El primer referente que hizo de la titulación en el cine una pieza digna de estudio en el campo del diseño gráfico fue D.W. Griffith con su película “Intolerancia” de 1916. Más tarde en los años 30 la inmigración de diseñadores gráficos europeos favoreció la influencia hacia muchos campos artísticos entre otros el cine que se benefició de la experimentación con el film y la animación logrando que la tipografía se integrara al concepto del argumento y la esencia de la película. Algunos nombres contribuyeron a estas técnicas: Jacob Trollbeck de R. Greenberg Asociados (diseñó la titulación en la película Night Falls en Manhatan). Maurice Binder creó los créditos para James Bond y Charada, luego lo sustituyó Robert Brownjohn quien continuó la línea que había implementado Binder. De Patie y Freleng fueron los artífices de la titulación de “La pantera Rosa” que dio lugar a la famosa serie de televisión. Ya en los 70, Dan Perri crea la secuencia de “La Guerra de las Galaxias” que luego se convertiría en un ícono del cine hollywoodense. No obstante y reconociendo el gran aporte de estos creativos tipográficos, el maestro de maestros en asuntos de genéricos fue Saul Bass.
Este diseñador gráfico de Nueva York, trabajó hasta finales de los 40 en agencias publicitarias y luego puso todo su talento al servicio de Hollywood cuando fundó en 1946, la Saul Bass&Associates, una compañía especializada en la realización de genéricos o títulos de cine.
Lo que hace excepcional a Saul Bass es la manera semántica como plasmaba cada largometraje a través de sus créditos. No sólo propuso reemplazar en algunos casos al actor o actriz principal de reparto en el inicio y fin del film, práctica frecuente, sino que potenció una tímida tipografía usada más por necesidad que por gusto, al permitirle acompañar diseños provistos de una inteligente síntesis pictográfica. Desarrolló el primer proyecto de identidad corporativa para el film: “El hombre del brazo de oro” (1955), primera de muchas películas que lo hicieron reconocido en el ámbito cinematográfico junto a renombrados directores. Otto Preminger, director del largometraje, le encargó el cartel de la película y quedó tan satisfecho con la propuesta, que Bass terminó diseñando los títulos de crédito y todo el material promocional. En ochenta segundos que dura la secuencia, una serie de barras blancas se transforman a ritmo de Jazz en el icono visual que representa el film: el poderoso brazo de formas quebradas en color blanco sobre fondo negro, que simboliza la adicción a la heroína y la personalidad tormentosa del protagonista, interpretado por Frank Sinatra. Es un trabajo importante no sólo porque Bass logró cambiar el estatus de la tipografía en pantalla, sino porque logró concretar algo que había gestado D.W. Griffith en 1916: hizo de los créditos de cine un objeto de estudio para diseñadores, cineastas, directores y todos aquellos involucrados en la producción y disfrute del séptimo arte.
[youtube eGnpJ_KdqZE El Hombre del Brazo de Oro]
[youtube cQhUj8DhWWE Intolerancia]