Los Oscar de este año premiaron la calidad no la publicidad

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Por Sergio Nicolas Borda Casallas

sbordac@ucentral.edu.co

El pasado domingo 10 de marzo se llevaron a cabo los premios Oscar 2024, que galardona lo mejor del cine. La ceremonia se realizó en el Teatro Dolby en Ovation Hollywood, Los Ángeles, en donde se pudo apreciar la gran expectativa que había respecto a quienes serían los ganadores del premio más importante en la industria del cine.

Entre las películas más nominadas se encontraban: “Oppenheimer”, protagonizada por Cillian Murphy y dirigida por Christopher Nolan, la cual contaba con 13 nominaciones. En segundo lugar, se encontraba “Pobres criaturas” (Poor things), protagonizada por Emma Stone, la cual tenía 11 nominaciones, le siguen “Los asesinos de la luna” con 10, y Barbie con 8. 

Luego de diversos actos protocolarios, se dieron a conocer los que serían los grandes ganadores de la noche, entre los cuales resalta “Oppenheimer” siendo la producción con mayor cantidad de premios consagrados en la noche, al quedarse con y estatuillas, entre ellas las de las categoría a mejor película, mejor director, el cual se le entregó a Christopher Nolan, mejor actor protagónico para Cillian Murphy, mejor edición, mejor fotografía, mejor banda sonora y mejor actor de reparto para Robert Downey Jr., quien, luego de su tercera nominación, ganó por primera vez el Oscar. 

La otra gran ganadora de la noche fue “Pobres criaturas” (Poor things), que se llevó 4 estatuillas, entre ellas la de mejor actriz protagónica para Emma Stone, así como también la de mejor maquillaje y peluquería, mejor diseño de producción y mejor diseño de vestuario. Por su parte, “Godzilla minus one” se llevó el Oscar en la categoría de mejores efectos visuales convirtiendose en el primer reconocimiento de la Academia a un personaje que tiene más de 70 años en la industria;  “La zona de interés” ( The zone of interest) consiguió llevarse el reconocimiento al de mejor sonido y como mejor película internacional, ganándole a la producción española “La sociedad de la nieve” dejándola sin el esperado reconocimiento, mientras que el Oscar para mejor actriz de reparto se lo llevó Da’Vine Joy Randolph, siendo el único para la producción “Los que se quedan” (The Holdovers).

Muchos de los pronósticos que se tenían se cumplieron respecto a los ganadores, pero también hubo decepciones para algunos, tal como fue en el caso de “Barbie”, el fenómeno mediático del año, quizás la cinta que tuvo mayor visibilidad antes y durante la gala, pero que a pesar de sus 8 nominaciones solo se llevó un premio, el de mejor canción original por el tema ¿What Was I Made For?, por la que Billie Eilish y su hermano Finneas O’Connell ganaron su segundo Oscar; otra gran decepción fue la de “Los asesinos de la luna” la cual se fue con las manos vacías luego de estar nominado en 10 categorías. 

El fenómeno Barbenheimer, como fue denominado el impacto mediático de las cintas más taquilleras y más publicitadas del último año, demostró que la industria cinematográfica, a pesar del auge digital, continúa teniendo una amplia influencia en las tendencias de consumo y en los temas de conversación de las audiencias a nivel global. De acuerdo con los análisis publicados por el portal Comscore Inc., “Barbie, de Warner Bros., fue la película más vista en los cines de EE. UU. y Canadá, con 162 millones de dólares en entradas vendidas”, mientras que “Oppenheimer, del director Christopher Nolan, recaudó 82,5 millones de dólares”, a lo que se suma el hecho de que “más de 200.000 espectadores compraron entradas para ver ambos estrenos el mismo día”. 

A pesar de las cifras arrasadoras en la taquilla, los resultados obtenidos durante la temporada de premios no favorecieron a la película que tuvo el mayor impacto comercial, el cual generó una oleada de publicaciones, reportes, alusiones e inspiraciones en los medios digitales y tradicionales, no obstante, esto no fue valorado por los sindicatos, por la crítica ni por la Academia, que en las diferentes galas de premiación terminaron fijando su atención en la representatividad histórica de Oppenheimer, dejando de lado las expectativas de las audiencias que esperaban ver las alfombras rojas teñidas de rosa. 

Estas dinámicas nos llevan a reflexionar sobre las distancias que existen entre los consumidores, los generadores de contenidos, los interlocutores y las agremiaciones, que tienen cada cual apropiaciones diversas, dispares e incluso polémicas entre sí en diversos escenarios de la industria cultural. 

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Artículo producto de ejercicios académicos. No es oficial de la Universidad y las afirmaciones u opiniones emitidas a través de ellos no representan necesariamente a la Institución.