Algunos recordamos ciertas imágenes corporativas como el tigre de Suramericana, el gigante de Las Villas, la ardilla de Concasa, la abejita de Conavi, el minero de Colmena, el viejo caballo de Granahorrar, Cafam, Colsubsidio, entre otras.
Las cuales nos evocan buenos recuerdos de nuestras vidas y al mismo tiempo yacían de referente para nuestros padres, y con el pasar de los años se volvieron parte de nuestro diario vivir, ahora vemos con tristeza como aquellas imágenes se ha venido transformando, creando un cierto rechazo y escepticismo en las generaciones que crecimos con ellos.
Esto se debe a que las empresas quieren mostrar una imagen más jovial, fresca, dinámica y cercana es decir de interacción, sin que se pierda el concepto y la seriedad de estas, es así como las compañías pretenden no solo cuidar, velar, brindar un servicio y satisfacer necesidades a los consumidores, sino que al mismo tiempo desea que estos los vean y los sientan como parte de su familia.