La lucha por la educación digna

Por: Juliana García

La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) es reconocida por dos aspectos que tienen como particularidad el contraste de los mismos, por una parte es una institución de educación superior con alto reconocimiento nacional, por su nivel académico y por la calidad en sus investigaciones.

 

Las constantes manifestaciones realizadas por los estudiantes, que luchan por una educación digna y con las mejoras condiciones, es la otra cara del reconocimiento de esta alma máter, donde su calidad en talento humano e infraestructura se ven afectados por el presupuesto asignado por el gobierno Nacional.

 

La protesta, como única opción, se volvió a presentar el pasado jueves 15 de septiembre, los estudiantes de la UNAL salieron a protestar por mejores condiciones para sus clases, la protesta inició aproximadamente a las 3:00 pm de ese día, y según las redes sociales de Transmilenio, a las 3:43 pm dejaron de funcionar las estaciones cercanas a la Universidad.

 

 

¿Será posible llegar sin contratiempos a nuestro destino a la hora adecuada? Es la pregunta que nos hacíamos ya una hora después de que comenzaran las protestas mientras intentábamos llegar a nuestros destinos, aún no se veían señales de reinicio del servicio público y ya marcaban las 4:30 pm en el reloj.

Se lograban ver 2 o 3 transmilenios para las 5:00 pm y las personas se veían preocupadas por lo que se veía venir, una larga caminata de la que sabíamos dónde empezaría, pero no hasta donde llegaría, así que fue el momento en que muchos de los trabajadores de la zona decidieron salir a iniciar su recorrido. 

 

Empieza entonces la caminata por la calle 26 para los que no logramos huir de la manifestación, nos hicieron bajar del transporte y empezar a caminar por la avenida. Fue una caminata larga, pero entretenida, escuchar las diferentes opiniones de las personas fue lo mejor del recorrido.

 

“No es la primera vez que debemos caminar a nuestro destino debido a estas manifestaciones, venimos desde el portal El Dorado y nos bajaron en la estación quinta Paredes, sin embargo, no nos molestaba caminar, pues apoyamos ciegamente a los estudiantes de la UNAL”. Comentó una pareja que caminaba junto a mí por la 26.

Más adelante coincidí con un joven que opinaba lo contrario: “Estaba cerca cuando inició todo, se escuchaban los gritos de los estudiantes. Pero a mí no me gustan las protestas y decidí esperar, sin embargo, tuve que iniciar mi recorrido a pie para evitar retrasos en mis actividades. Es una falta de respeto, No deberían afectar de esta manera nuestro transporte”.

Su voz era retumbante “No nos dan una educación digna, no tenemos un edificio para la facultad de artes y estamos tomando clases en aulas del CAD (edificio ubicado fuera de la UNAL) que no son aptas para tener una alta calidad en nuestras clases, la universidad no nos da respuesta, así que decidimos salir a alzar nuestra voz para recibir un mejor presupuesto”

 

Varias personas se cansaron de ir a pie después de un buen tiempo, y tomaron transportes alternos. En mi caso, tomé una moto, y así pude ver con más claridad la cantidad de personas que se vieron afectadas por la pausa del transporte público, innumerables personas intentaban llegar a sus destinos con la compañía de otros que tenían el mismo objetivo.

La movilidad fue recuperada en su totalidad hacia las 6:00 pm, afirmó el periodico El Tiempo. Sin embargo la gran mayoría de personas tuvieron que caminar largas distancias.

 

Cabe resaltar que el esfuerzo de los estudiantes nunca será en vano, solo al alzar sus voces para expresar su justa inconformidad serán visibilizados, si se brindan más y mejores condiciones para la educación seremos un País con mayor impacto en aspectos económicos, sociales, políticos y culturales.

 

Mejores oportunidades, condiciones y calidad en la educación de los jóvenes limitarán espacios a factores de desigualdad social que generan graves problemáticas sociales que a largo plazo tiene un costo humano y económico alto para un País.

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