El pasado 10 de noviembre, la Comisión de Conciliadores de la reforma tributaria hundió el artículo que impulsaba la representante a la Cámara Katherine Miranda, con el fin de gravar con impuestos a las iglesias. El artículo había sido aprobado por la Cámara de Representantes, pero fue rechazado en el Senado.
Por: Valery Pérez Castiblanco
Correo: vperezc2@ucentral.edu.co
Lo que muchos llamaron persecución a la iglesia por parte de la congresista, fue realmente una propuesta argumentada en las grandes utilidades que algunas iglesias reciben dado a oficios ajenos a la actividad de profesar la religión, y es esto, lo que según la congresista, se enmarcaría en la competencia desleal, pues estos negocios deberían pagar los mismos impuestos de renta como cualquier otra empresa que ejerce una actividad comercial.
De hecho, según cifras de la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales) entre los años 2019 y 2020, las iglesias y cultos religiosos en Colombia registraron ingresos brutos por $4,7 billones y $4,1 billones. Por lo tanto, se calcula que su patrimonio líquido fue entre $11,4 billones y $12,3 billones.
¿Cuáles son esos negocios alternos?
Pues las actividades que registró la DIAN, apuntan a que hay actividades de toda variedad. Estas serían las más registradas:
. Cría de ganado bufalino y bovino
. Construcción de obras de ingeniería civil
. Transporte de cargas
. Telecomunicación satelital
. Actividades inmobiliarias
. Empresas de limpieza de edificios e instalaciones industriales
. Peluquerías
. Cafeterías
. Centros vacacionales
. Hoteles
. Librerías
. Estaciones de radio y canales de televisión
¿Cómo fue la ofensiva desde el Congreso?
La ofensiva que vendría principalmente por los partidos Conservador, Democrático, Liberal e inesperadamente por algunos congresistas de la Alianza Verde, se opusieron tajantemente ante la implementación de impuestos a las iglesias, dado a que los representantes de los partidos religiosos se opondrían a la reforma tributaria y esto la hundiría por completo.
Así entonces, el proyecto que pretendía recaudar aproximadamente 25 millones de pesos, en medio de una situación económica coyuntural como la crisis financiera y la reforma tributaria, se desechó de la conversación del Congreso de la República.
Esta discusión va más allá de las creencias y proclamarse creyente o no. Muchos creyentes afirman estar de acuerdo con lo propuesto por la congresista Katherine Miranda, pues es inexplicable como algunos líderes religiosos aprovechan su gran influencia, para alterar las decisiones legislativas del país y adicionalmente, profesar que su principal objetivo es difundir la fe, cuando al mismo tiempo manejan y adelantan negocios que están muy alejados de su actividad religiosa.
Finalmente, las palabras de la representante a la Cámara e impulsadora de la propuesta fueron que, aunque “se quedó sola en la batalla”, seguirá persistiendo para retomar la discusión del tema dentro del Congreso de la República.