La gran mayoría de las personas saben lo que significa un mundial de fútbol y lo que genera para una nación o país en donde se realiza. Es quizás el acontecimiento deportivo más importante de selecciones que se celebra desde 1930 y ha venido disputándose durante 92 años, 21 mundiales la Copa del Mundo de la FIFA. Ganar la copa constituye la cúspide de la carrera de cualquier jugador y un gran honor para su país. El evento ha tenido el honor de pasearse por el mundo: Europa, América, África, Asia y ahora el país del Golfo Pérsico, Qatar, elegido en diciembre del 2010 para celebrar este gran evento, a pesar de muchas controversias surgidas. Pese a todo esto, el interés del mundo ha crecido por conocer mucho más de la cultura de ese país, no solo porque posee la mayor reserva de gas natural que lo coloca a nivel mundial como uno de los más ricos del mundo, sino porque se augura que el lujo y la ostentación serán una de las características propias de este mundial.
Por: Mario Adolfo Sánchez Dávila
La primera Copa del Mundo se llevó a cabo en Uruguay en el año 1930, un país suramericano y tal vez desconocido para la época, pero que se quedó con el galardón y que marcó un hito para la historia del fútbol y desde entonces cada cuatro años se ha venido realizando este gran evento.
Pero, en esta fiesta mundialista, hay una cara que nadie conoce y que siempre permanece oculta. Detrás de ella encontramos dolor y sufrimiento de muchas personas que, en busca de su sustento diario y mejores condiciones, arriesgaron su vida en la construcción de nuevos escenarios deportivos que demuestran el lujo y el poder de Qatar al mundo entero. Ante este panorama, algunos medios de comunicación presentaron varias denuncias, sobre la pérdida de vidas humanas, la violación de derechos humanos, las difíciles y malas condiciones de trabajo y la exposición a las altas temperaturas para miles de extranjeros migrantes especialmente provenientes de Nepal, India y Bangladés. “ha significado que entren a Qatar dos millones de trabajadores de otros países para la construcción en estos nuevos espacios, en condiciones complicadas para esto, sobre todo por las altas temperaturas que los trabajadores tienen que soportar a la intemperie”.
Según el periódico británico The Guardian, los muertos ascienden a 6.500 trabajadores, desde su elección en 2010, como sede del mundial, la mayoría de estas defunciones de migrantes han sido por labores peligrosas y al extremo del calor para construir estas estructuras.
“Los veranos en Qatar no sólo son calurosos, sino también húmedos, una combinación peligrosa. La única forma en que el cuerpo humano puede hacer frente al calor es produciendo sudor que se enfría al evaporarse. Cuanto mayor es la humedad, menor es la evaporación, lo que provoca un aumento de la temperatura central y, finalmente, un fallo de los órganos”.
Los medios comunicación se atrevieron a denunciar estos hechos están, la CNN, El Tiempo, la revista Semana, entre otros. Amnistía Internacional, que publicó que entre 2011 y 2020, murieron en Qatar, alrededor de 15779 personas de otras nacionalidades y la marca Hummel, patrocinadora de la selección de Dinamarca, se une a la protesta con el uniforme que usará: “No queremos ser visibles durante un torneo que les ha costado la vida a miles de personas”, ha argumentado la compañía.
Lo anterior, nos permite señalar que, desde el momento en que se adjudicó la sede del mundial a Qatar, se generaron polémicas y denuncias por corrupción, debido a que Qatar no era vista por su alto nivel futbolístico, pero lo que representa económicamente le convenía a este país y especialmente a los intereses de la FIFA, que durante la administración de Michel Platini, se conocieron actos de corrupción, conocido como “FIFA Gate”, que lo obligó a renunciar, y hace poco hiciera declaraciones sobre el error de haber elegido a Qatar como sede de esta gran fiesta futbolera.
Esperemos pasado este evento, no nos encontremos con sorpresas mayúsculas que en un de un deporte como el fútbol, que trae tanta emoción y que une a todo el mundo.