Poco a poco el arte callejero se ha venido colando en la onda publicitaria como una elección para ser un medio muy barato y a la vez eficiente, lo que comenzó hace algunos años como una forma de expresión del ser en paredes de las ciudades se fue transformando en algo mucho más serio y profesional, me refiero al esténcil. Todo comenzó como una manera de comunicar una parte trascendente que tiene el ser humano para decir lo que siente frente a lo que su yo inconforme quiere decir, por ejemplo; la política, el consumismo, hasta la misma publicidad y que finalmente crearon colectivos para formalizar este tipo de acciones revolucionariamente graficas.
Desde el 2006 Bogotá abrió el espacio de los muros a esos colectivos para que ya no fuera una actividad censurablemente vandálica y hoy día tenemos unos de los colectivos más fuertes en el país como es Excusado, Print System y Toxicómano. Este grupo de personas están enseñando otro punto de vista de las cosas cotidianas sin tener que visitar un museo o ser un letrado en cultura y arte, precisamente le habla directo al target que somos todos quienes no somos capaces de expresarlo de esta forma.
A sorpresa de muchos este tipo de arte a mi parecer se está vendiendo para la publicidad, rayando paredes en Bogotá con avisos para Postobón como el que esta en la 70 con caracas y no solo ellos sino tambien otras marcas, esperemos que no vendan el alma al diablo otros más, porque sería demeritar la labor que vienen creando los colectivos que ya he mencionado y reitero que hablan en contra de… y no se venderían por tres monedas.
Los dejo con algunas imágenes que encontramos en Bogotá y con otras que siguen siendo arte callejero de otras partes del país.
Y ahora con lo internacional…