El lado oscuro de la realidad virtual

POR: Ana Bernal y Valentina Quintero

Los inicios de la realidad virtual recaen desde el desarrollo de la cámara fotográfica y el televisor; en el siglo XX se crearon las primeras gafas de realidad virtual con las
que se podía visualizar la pantalla del televisor en vista panorámica. Tiempo después, la realidad virtual se desarrolló en los videojuegos estimulando una ilusión realística.

En la actualidad, se evidencia un desarrollo más amplio de la realidad virtual; de modo que se utiliza en actividades tales como crear un entorno más sano y relajante
para la producción de leche en la vacas, la reducción de dolor y ansiedad para los niños internados en hospitales y crear obras digitales. Poco a poco, la sociedad se ha
introducido en el mundo digital hasta el punto de la creación de un Metaverso para la realización de actividades comunes como socializar o tener reuniones de trabajo.

Aún cuando existe un incremento de los avances tecnológicos que son positivos para la sociedad, cómo los cuales serían el entorno 100% controlado, aprendizaje sensorial
y estimular la interacción; debemos ser capaces de ver las consecuencias negativas a este gran paso digital. Como lo dice la psicóloga Gabriela Paoti: “Dejaremos de estar
pasivos a interactuar con nuestros dispositivos, lo que hace al mundo virtual aún más potencialmente adictivo”, esto generará que los usuarios de dichas plataformas
virtuales se vean afectados por problemas psicológicos, ya que la falta de interacción física nos hace propensos a encerrarnos en una nueva comodidad.

Pensemos por un lado, ¿Cuánto tiempo estamos con dispositivos electrónicos?. La respuesta es clara, nuestro ámbito social se ve altamente afectado con este avance
tecnológico.Y por otro lado, ¿Qué tipo de problemas físicos tendrán un incremento en esta nueva realidad?. Dicho por el doctor Kremlin Wickramasinghe de la OMS:
“Pasar más tiempo en línea conectado al metaverso con los gadgets puede reducir los niveles de actividad física y dar a los anunciantes muchas más formas de promocionar
productos poco saludables como la comida basura, el tabaco o el alcohol”.


Claramente, este avance no nos ayudará a hacer ejercicio o a comer de forma saludable, por el contrario, nos impulsa al sedentarismo y no solo eso, sino que
también está demostrado que el uso frecuente de la realidad virtual incrementa los problemas ópticos, síntomas como náusea y dolores de cabeza.

Si mantenemos este avance tecnológico debemos encontrar alternativas de “salud digital” que nos lleven a un ecosistema saludable en el que podamos descubrir un
equilibrio entre lo tecnológico y el mundo real. Si no es así, la sociedad se verá gravemente afectada en el entorno social y físico, de alguna manera nos vamos a ver
sometidos a aislamientos sociales, obesidad y degradación mental.

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