Todo empezó el 20 de agosto, Valentina llegó al Aeropuerto Internacional El Dorado, luego se dirigió a realizar el check in con la aerolínea Copa Airlines, le entregaron su pase de abordar y transcurrido una hora, llamaron a todos los pasajeros para abordar el avión, mientras todas las personas encontraban su respectivo asiento Valentina me envió un mensaje de texto.
Por: Nicole Becerra
Esto ocurrió antes de que ella activará el modo avión del celular en el que decía “Para ser honesta, no sé cómo sentirme, si feliz, triste o angustiada, no dejo de pensar que será de mí en un lugar donde no conozco a nadie”.
Más tarde llegó a su destino, llevaba dos días sin bañarse ya que ese es el tiempo que dura el recorrido del vuelo, cansada, tomó un Uber para ir al lugar donde se iba a hospedar.
Al llegar, la persona del Uber no le ayudó a bajar su equipaje y, por otra parte, la habitación del lugar era pequeña, tocaba compartirla con 4 personas y no tenía muy buenas condiciones.
En cuestión de minutos Valentina decidió irse, no soportaba la idea de quedarse en un lugar donde no le ofrecían un servicio de calidad. Valentina desesperada llama a su mamá, entre lágrimas le comenta que no tiene adónde ir, que no sabía dónde iba a dormir ni qué iba a comer, por suerte una amiga de la mamá la ayudó a alojarse en tanto ella lograra organizarse.
Al pasar los días Valentina consigue una casa de roomies, se instala en el dormitorio que le asignaron, conoce a sus compañeras de cuarto quienes le muestran la casa, seguido de esto, Valentina va a la cocina para preparar su almuerzo.
No obstante, les pide un favor a sus compañeras y es si le pueden regalar un poco de aceite, ellas responden que no, que compre sus cosas y las guarde en su respectivo cajón, Valentina sorprendida me cuenta que no esperaba que sus compañeras fueran groseras y que les costará tanto regalarle una gota de aceite.
La mañana siguiente Valentina inicia a buscar trabajo, aspecto que es difícil en cualquier lugar del mundo, pero en Australia ¿Cómo es conseguir un trabajo?
Valentina a las pocas horas obtiene un puesto de trabajo en una heladería, la contactan y le explican que tiene que hacer unos entrenamientos antes de empezar, ella muy emocionada alista sus cosas, sale de su casa, toma un tren y al llegar a la heladería el dueño le da el delantal.
entrenamiento, así duró una semana, hasta que Valentina se percató de que solo la estaba utilizando, de que estaba trabajando gratis, claramente ella se retira de la heladería regresando a casa.
Pasadas unas horas, Valentina me llama, me cuenta que está exhausta, física y mentalmente, su trabajo es horrible, el dueño de la heladería es un descarado, no ha comido bien, tampoco ha dormido bien, en pocas palabras y con la voz temblorosa me expresa “Toda la ilusión que tenía de un nuevo comienzo para mí se destrozó”.