En un informe del Centro de Memoria Histórica para el año 2012, años antes de los acuerdos de paz, se estimaba que el 92% de los menores reclutados se mantenía en el grupo armado reclutador hasta cumplir la mayoría de edad y de los cuales el 36% indicaba que de no ser por la vinculación al grupo ilegal estaría muerto o en peores condiciones.
Según las Naciones Unidas, los niños en la guerra figuran también como objetivos militares para doblegar a los territorios siendo ellos los primeros en las líneas de combate además de ser la base de la mano de obra en la economía ilegal, siendo los menores de edad de los grupos indígenas los más afectados.
De acuerdo con los registros, se estima que las edades de reclutamiento se daban de los 15 años en adelante sin importar su género pero de acuerdo con declaraciones dadas a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) también se reclutaron niños desde los 7 años.
Se estima que durante los 1996-2006 se reclutaron más de dieciocho mil niños, según Informe del caso 07 investigado y priorizado por la JEP por ser crímenes de lesa humanidad en menores de edad y así como la ejecución de otros ilícitos como violencia sexual, abuso físico y psicológico. Fueron las FARC el grupo armado con mayor reclutamiento de menores en la historia del conflicto en Colombia.
Las fallas y desatención en la implementación de los acuerdos permite la reconfiguración y reorganización de distintos grupos armados ilegales pero también el retorno de firmantes a la selva lo que implica unas disidencias de las FARC en proceso de fortalecimiento a través de esta práctica.