Por: Karol Preciado Sierra
Hablar de lucha femenina cobra más fuerza, ocho meses despúes de la despenalización del aborto en Colombia. Cada victoria, cada acción, por mínima que sea, tiene que ser celebrada. Incluso algunas conmemoradas. Las batallas sociales, políticas, económicas y culturales que ha sobrellevado la mujer no son cosa menor.
Empecemos hablando sobre el feminismo. Las interpretaciones que ha tenido son muchas. Los dolores de cabeza que ha causado son fuertes. Como migraña. La revista Cosmopolitan define que “el feminismo surgió entre las mujeres, como lucha social (pero sobre todo, política) en contra del sistema, que es machista porque prima la dominación del hombre”.
Feminazi: “la unión del concepto de los derechos de la mujer y el de la filosofía política más asesina y malvada del siglo XX”, según la columnista Monica Hesse en The Washington Post, palabra que fue popularizada por el locutor estadounidense Rush Limbaugh en su programa radial en 1992. Una pésima definición de la lucha.
“Limbaugh presentó estos conceptos básicos de igualdad y libertad personal como la perdición de la civilización occidental: Si las mujeres ganaban, los hombres perderían”, apunta Hesse. Así que esta es una de las primeras grandes luchas que hacen las mujeres. Una lucha por sus ideas claras y no estigmatizadas, por el reconocimiento a sus derechos y por la valoración de su voz.
Feminazi: “la unión del concepto de los derechos de la mujer y el de la filosofía política más asesina y malvada del siglo XX”, según la columnista Monica Hesse en The Washington Post, palabra que fue popularizada por el locutor estadounidense Rush Limbaugh en su programa radial en 1992. Una pésima definición de la lucha.
“Limbaugh presentó estos conceptos básicos de igualdad y libertad personal como la perdición de la civilización occidental: Si las mujeres ganaban, los hombres perderían”, apunta Hesse. Así que esta es una de las primeras grandes luchas que hacen las mujeres. Una lucha por sus ideas claras y no estigmatizadas, por el reconocimiento a sus derechos y por la valoración de su voz.
El arte en todas sus complejas facetas, es una de sus grandes expresiones de que los cambios son lentos y profundos como el mar. El reciente documental Fundamental. Justicia de Género. Sin excepciones “va a lo profundo de estas luchas y nos muestra rostros que solemos desconocer, pero que están haciendo transformaciones estructurales”, manifiesta la revista Level.
La voz de la igualdad (2018), Talentos Ocultos (2016) y La sonrisa de la Mona Lisa (2003) son solo algunas de las películas que han reflejado los combates “menores” de las féminas. Y son muchísimo más los cortometrajes. Incluso, varias mujeres han realizado producciones enteras, hablando o no de sus memorias. Estar detrás de cámara, es un logro histórico.
La toma de recintos de poder son las mejores conquistas femeninas. La exposición en el Museo Nacional de Colombia, Voces del feminismo en Colombia 1975-1985 muestra las publicaciones feministas en medios y cómo algunas reivindicaciones siguen vigentes hoy en día. Pienso que, en ocasiones, las batallas se repiten y se repiten como un espiral.
“Se puede evidenciar la agenda del movimiento feminista alrededor del debate sobre el papel social de la mujer, así como las tensiones generadas por las interpretaciones diversas en torno al feminismo y sus vínculos con la sociedad colombiana.” menciona la revista DC.
En la calle, un lugar común de la urbanidad, se escuchan las voces de las gordas, las negras, las putas, las brujas. “Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. El violador eras tú. El violador eres tú” es parte de un performance chileno que ha trascendido barreras geográficas.
Una muestra de repudio ante el rechazo social y la culpabilidad de la víctima es El violador en tu camino, Canción sin miedo, Querida muerte, Antipatriarca y muchas otras las canciones que se han creado, vociferando, gritando en las calles. Ese sitio de conquistas y pérdidas diarias.
Y en el silencio también se lucha. Son ‘micro’ batallas por las que cientos de mujeres transitan. “Son experiencias que le quedan a uno marcadas, y que diría, por nada del mundo quiero volver a pasar por una cosa de esas”, afirma Isabel, años después de un aborto espontáneo y un legrado en carne viva. Creo que no todas las guerras dejan resultados reconfortantes.
El objetivo de la convicción se transforma, aunque el sentir es el mismo. El movimiento Causa Justa, en principio, buscaba la libertad y la autonomía reproductiva de todas las mujeres. Ahora se enfoca en “una conversación pública sobre el aborto libre, seguro y sin barreras de acceso, que conduzca a la despenalización social del tema”, según Radiónica.
Sin embargo, no todo es color rosa, no todo es delicado, bonito y sutil como se impuso a la mujer durante años. Las acciones antisistémicas, irreverentes e incluso violentas también aparecen en el panorama. Recuerden que las mujeres son de armas tomar. “Saquen sus rosarios de nuestros ovarios. Saquen sus doctrinas de nuestras vaginas” no es sólo una arenga.
En el marco de la celebración del Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, el #28S, algunas asistentes a las movilizaciones pintaron las paredes de la Catedral Primada de Bogotá, acto seguido, una participante gritó “muerte a la Iglesia” y se prendió fuego a una de las puertas, aunque se extinguió rápidamente, según informó Blu Radio.
¿Y cómo no nombrar las múltiples versiones de la conmemoración del Día de la Mujer el 8 de marzo? Se han visto dos posturas diferentes de la lucha femenina y las herramientas que usan las mujeres para ser escuchadas. Por una parte, la protesta pacífica que, en mi opinión, se refiere a la coacción, con símbolos fuertes, con arengas determinantes y con una masiva ola verde.
Por otra parte, son escandalosas las imágenes de las estaciones del Sistema Público de las principales ciudades, los graffitis en los edificios que reflejan poder, los altercados con la autoridad tradicional y las organizaciones radicales. Si. En Colombia, existe un Bloque Feminista Radical que convocó a la movilización no mixta este 2022, según CNN Español.
Las mujeres siempre han luchado. Siempre. Desde diferentes frentes por una sociedad mejor, lo cual, implica estar en contra de ella, en contra de sus violencias. Todo lo anterior es muestra de ello. Como si estuviéramos en un laboratorio buscando pruebas suficientes para defender la hipótesis: es/son importante/s mi/nuestras vida/s femenina/s, en todas sus facetas.
Te invito a leer más contenidos sobre las luchas de las mujeres. ¿Reconoces en tu cotidianidad alguno de ellos?