El sol es el más reciente libro de la escritora bogotana Carolina Sanín. Es un conjunto de varios textos donde la escritora toca temas como Dios y el Diablo, la vida y la muerte, la literatura medieval, entre otros.
Por: Leonardo Sierra
Este es uno de los libros más personales de la escritora, pues toca temas que profundiza mucho más que en sus anteriores publicaciones. Habla de su familia, su infancia, su adolescencia y su juventud. Narra vivencias, anécdotas, recuerdos de su vida adolescente y juvenil. Lo hace conservando su estilo psicoanalítico ya conocido y al que estamos acostumbrados sus lectores.
Su escritura no busca encajar en los parámetros de los temas sociales que abundan en las redes y en los medios de comunicación, sino que pareciera buscar su propia comodidad en su escritura. Es ella escribiendo a su ritmo, a su manera, con su forma y estilo incomparable y único.
En su relato, Carolina Sanín reconstruye momentos, escenas, recuerdos de su niñez, su adolescencia y su juventud. Cuenta experiencias reveladoras que se entrelazan con su estilo psicoanalítico. La escritora logra cuestionar de nuevo su espacio, su tiempo. Busca entre sus letras y sus pensamientos respuestas, pero encuentra más preguntas. Se vuelve a perder para volverse a encontrar. Muestra una comodidad en su escritura. Sus relatos son seductores, entretenidos, algunos divertidos. Nuevamente demuestra un amplio conocimiento de su lengua, por eso quizás su comodidad. Su lenguaje y vocabulario hacen que el lector escudriñe, busque, investigue, aprenda y reflexione. Leer a Carolina Sanín es como tomar una de sus clases.
Con un poco de humor también, demuestra nuevamente su capacidad intelectual de ver las cosas y describirlas con su estilo maravilloso de narrar.
“La historia de nuestra civilización es, entre otras cosas, la carrera de la comunicación”, escribe en uno de sus capítulos. Y es que Sanín parece ver y entender la comunicación como algo muy propio, pues su énfasis en la importancia de aprender a hablar y a escribir usando adecuadamente el idioma, es crucial en su carrera. Es, quizás, su marca personal: la defensa por el idioma y su apropiado uso.
En estos relatos se mezclan con gozo y maestría el ensayo, la poesía y la narrativa. El sol es una colección de relatos claros pero misteriosos que, al mismo tiempo, no atiende a la separación entre los géneros.
El sol es, quizás, una continuación de su libro publicado en 2018 Somos luces abismales, pues parte de los mismos parámetros. Ambos están divididos por capítulos que narran temas distintos, son narraciones de su vida cotidiana y sus recuerdos anteriores, pero buscan tratar temas filosóficos. Ambos tienen un color literario similar, un tono parecido. En ambos la autora recorre caminos misteriosos que llevan al lector a sumirse en interrogantes filosóficos y literarios que, tal vez, aún no tengan respuestas.
No estoy diciendo aquí que, para leer uno de estos libros, sea obligatorio leer el otro, pero sí son un complemento ideal y recomendable. Las letras de Carolina Sanín traen cosas y misterios interesantes y repletos de aprendizajes. Leerla es aprender cosas nuevas y buscarse a uno mismo, quizás para encontrarse, así como parece hacerlo ella por medio de su escritura.
