Por: Sebastian Patiño Romero – spatinor@ucentral.edu.co
Después de 25 años Colombia le volvió a ganar a Venezuela (0-1), en condición de visitante. Victoria que no sirvió de nada, debido a que Perú hizo sus deberes y le ganó a Paraguay quedando con el repechaje a Qatar 2022.
La Selección Colombia perdió la posibilidad de asistir al Mundial por tercera ocasión consecutiva, pero está es nuestra realidad, a lo largo de la historia no hemos sido una selección frecuente en los Mundiales, y como pasó con la generación de los 90’s Colombia pierde la oportunidad de ver a sus figuras en lo que pudo ser su último Mundial, caso Falcao, Cuadrado, Ospina y James.
La eliminación del equipo Tricolor no es sorprendente, fue un conjunto de errores y malas gestiones durante estos años. Desde que terminó el mundial de Rusia 2018, los dirigentes de la Federación Colombiana de Fútbol han tenido malos manejos, partiendo de la demora en la asignación de un técnico para las eliminatorias.
Con la asignación de Carlos Queiroz, Colombia empezó las eliminatorias en el que comenzaron los errores futbolísticos, las cuestiones de las convocatorias y la falta de confianza del equipo, con el tropiezo (0-3) contra Uruguay y la escandalosa derrota (6-1) ante Ecuador, la Federación dio paso a cambiar de director técnico.
Con Reinaldo Rueda, el equipo si bien se vio más motivado, tuvo momentos de buen fútbol e incluso fue tercero de la Copa América 2021; el técnico destacó más por la cobardía, las malas convocatorias, su discurso conservador de siempre salir a defender ante rivales más débiles en nómina y el mal manejo de la crisis de fútbol y gol dentro de la Selección.
Está es nuestra realidad, una donde los dirigentes prefieren ahorrar pesos para perder millones con sus malos manejos, que con 23 puntos registramos una de las peores participaciones en el actual formato, en el que destruimos buenos procesos pero exigimos ser campeones del mundo, y aceptar que no somos una selección tradicional dentro de los mundiales.