Cuando la compañía Coca Cola lanzó su refresco Zero, parecía un movimiento absurdo de autocompetencia con su variedad Light. Sin embargo, lo que estaba haciendo era crear una nueva categoría de productos. Los refrescos “cero”. Las leyes de marketing de las que hablamos aquí con frecuencia, son inexorables. En este caso, podemos comprobar claramente el efecto de “Es prefrerible ser el primero que ser el mejor”. Nose si la competencia mejorará las cualidades de la bebida refrescante, pero lo que no podrá mejorar nunca es la posición de líder en la percepción del consumidor. Algo que ni siquiera intentan, ya que sin pudor siguen la estela de la nueva categoría de productos en sus códigos de packaging.
La imagen que ilustra el post demuestra cómo, tras la elección del color negro como representativo del nuevo producto, adaptado posteriormente a otra marca de la misma compañía, como Fanta, la competencia se afana en añadir el color negro a sus envases, junto a la palabra Cero destacada. Con ello, hacen el único movimiento que pueden, que es sumarse a la categoría, pero con ello, no hacen más que recordar la marca de referencia y situarla con cada lata, un paso más por delante.
Lo curioso es que en caso de los refrescos de naranja, el 0% se refiere a azúcares añadidos, pero en realidad contienen un 3% de azúcares naturales (Fanta) y un 3,3% Spirit.
Coca Cola es un gigante que puede crear productos constantemente, pero el ejemplo puede y debe servir para cualquier empresa, por pequeña que sea. La imaginación es el mayor activo de un emprendedor. Otra de las leyes de marketing reza “Si no puedes ser el primero en una categoría, crea otra nueva”. En un momento de crisis como el actual, piensa si no es más fácil ganar mercado con un producto realmente nuevo, que luchando por quitarle cuota de mercado a las marcas líderes. Invierte más en imaginación + desarrollo, y menos en guerra de precios. A la larga resulta más rentable. Recuerda: Si eres el primero, los demás sólo pueden seguirte.