De la cuarentena a la presencialidad

Por: natalia gonzález moriano

De la cuarentena a la presencialidad

 

Entrevistadora: Natalia González Moriano

Entrevistado: Jonathan Hernández Gómez

 

Jonathan Hernández Gómez es un joven de 25 años, ingeniero industrial y actual coordinador de cajas en la compañía de Jumbo Cencosud. Su trayectoria laboral inició tras la pandemia, y la transición de una modalidad a otra fue un gran reto para él. 

 

P/ ¿Cómo se vio afectado el mercado laboral tras el COVID-19?

 

Las empresas tuvieron que hacer una actualización en sus procesos y prescindir de labores que se tenían que ejecutar de manera presencial. A su vez, hacer un reemplazo de personas que tenían que desempeñar estas funciones de manera presencial y no estaban capacitados ni tenían la disposición para emprender.

 

P/ En el ámbito laboral ¿Cómo ha sido la transición de estar en cuarentena a volver a trabajar de forma presencial?

 

Trabajar desde casa, trajo ventajas como lo fue el evitar desplazamientos hacia el trabajo en una ciudad caótica como lo es Bogotá. En cuanto a desventajas, las personas tuvieron unas jornadas de trabajo más extensas, no tenían los tiempos específicos para dedicarle al trabajo y ejecutar las labores del hogar, lo que impedía la concentración para realizar sus funciones.

 

Fue un gran reto para la industria, debido a que tenían que establecer una serie de protocolos establecidos por el gobierno. Las personas que por desconocimiento de la norma, falta de educación o de cultura no lo ejecutaron de la mejor manera, ocasionaron falencias en los procesos que pueden ser representadas en multas o sanciones para las organizaciones. 

 

De la cuarentena a la presencialidad

P/ ¿Cómo observa el actual panorama en cuánto a la afluencia de clientes?

 

Al inicio, hubo un aumento respecto a la reactivación económica. Esto puede darse por dos factores, el primero la inmunidad del rebaño, donde una alta cantidad de la población ya está inmunizada. La segunda razón puede darse a que ya no hay medidas que restrinjan el acceso a los establecimientos como lo fueron el pico y cédula o los aforos limitados.

 

P/ ¿Qué medidas de salubridad se emplean en la compañía en la que trabaja? 

 

Los dos hechos mencionados anteriormente hacen que las personas pierdan el autocuidado y dejen de lado los protocolos de bioseguridad establecidos, generando mayores contagios y la necesidad de crear medidas nuevas para controlar la pandemia. 

 

En la compañía que desempeño se llevan registros diarios de manera voluntaria, donde cada colaborador lleva un control de la temperatura y adicional un reporte de síntomas, con el fin de aislar posibles casos que puedan generar contagios dentro de la organización.

 

P/ ¿Hay colaboración en cuanto a medidas sanitarias por parte de los clientes?

 

Una cantidad inferior al 20% presenta retroalimentaciones constantes hacia la tienda con puntos de desinfección y lavado de manos. Pero la mayor cantidad de las personas, prefiere no hacer uso de estos y en algunos casos ni siquiera hacen uso de los elementos obligatorios de bioseguridad.

P/ ¿Cómo será de aquí en dos años el tema de seguir con las medidas sanitarias?

 

Si se tiene en consideración la rápida evolución que han tenido los laboratorios farmacéuticos en el control de la pandemia, es posible que en dos años ya no tengamos medidas sanitarias.

 

P/ ¿Está de acuerdo con el retiro del tapabocas en el ámbito laboral (dentro de establecimientos) y personal? 

 

Siento que debería ser una medida voluntaria, dado que el hecho de que una persona se cuide no quiere decir que todo su círculo social y laboral lo haga de la misma manera, lo que ha generado un disparo en los contagios, llevando así un retroceso en la reactivación económica que se ha venido presentando.



Sin duda alguna, la transición entre trabajar desde casa y volver a la presencialidad, trajo consigo grandes cambios en las formas de desarrollar actividades y de autocuidarse.

 

Las actuales medidas de salubridad en establecimientos continúa siendo un tema de debate, puesto que se halla un polarización entre quienes se cuidan y quienes por el contrario dejan su salud en manos de los demás. Aún así, es recomendable seguir implementando el uso del tapabocas y el lavado de manos para prevenir contagios.

En resumen, debemos seguir implementando en nuestras rutinas diarias medidas de bioseguridad para así prevenir contagios y evitar futuros rebrotes. En establecimientos como estos seguirá siendo fundamental el uso del tapabocas permanente, puesto que es en estos espacios donde existe una mayor interacción con personas, productos y alimentos. 

 

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