Más de 1.500 personas anualmente, son atacadas con ácidos o agentes químicos, según cifras de la Acid Survivors Trust International (A.S.T.I.).
Colombia ocupa el tercer puesto en la lista de países con más ataques de este tipo, y el 75% de las víctimas son mujeres, según el Instituto de Medicina Legal.
En la gran mayoría de los casos, los victimarios tenían algún tipo de relación o vínculo emocional con sus víctimas.
Gina Potes, fue la desafortunada víctima del primer caso de agresión con agentes químicos reportado oficialmente en Colombia, el día 28 de octubre de 1996, en la ciudad de Bogotá.
Gina fue agredida en la puerta de su casa por un desconocido, en el barrio San Vicente, quien arrojó ácido sobre su rostro y parte de su cuerpo, a la vez que le gritaba “Eso le pasa por ser tan bonita”.
Y aunque en ese momento hubo serios indicios de quién pudo ser el actor intelectual, nunca se pudieron esclarecer los hechos ante las autoridades, que siempre tuvieron serias desatenciones ante este tipo de delitos.
Esa impunidad y abandono por parte del estado, fueron solo algunos de los motivos por los que años más tarde Gina creó la Fundación Reconstruyendo Rostros, fundación que se encarga de brindar apoyo y acompañamiento a otras mujeres que también sufrieron este flagelo.
Es evidente que las herramientas judiciales en nuestro país, se quedan cortas para luchar contra este tipo de delitos, pero existen distintas entidades como la Fundación del Quemado y el mismo Ministerio de Salud, que suman esfuerzos para tratar de generar conciencia, y trabajar en la prevención y atención a las víctimas.
La fundación Reconstruyendo Rostros, encabezada por Gina Potes, trabaja con otras organizaciones sociales, y participó en la creación de herramientas jurídicas como la ley 1639 de 2013, y la ley 1773 de 2016.
Ley 1639 de 2013: “La presente ley tiene por objeto fortalecer las medidas de prevención, protección y atención integral a las víctimas de crímenes con ácido, álcalis o sustancias similares o corrosivas que generen daño o destrucción al entrar en contacto con el tejido humano”
Ley 1773 de 2016: “La Ley de Víctimas de Ataques con Ácido, tipifica como delito autónomo esta conducta; endurece las sanciones a los agresores; y elimina beneficios, como la suspensión condicional de la ejecución de la pena”.
La Fundación Reconstruyendo Rostros también participó activamente en la creación del Protocolo de atención integral a víctimas de crímenes con ácido, donde se busca atender a las víctimas desde distintas variantes del problema, como lo social, lo económico, lo emocional, laboral, etc.
Gina nos deja esta bonita reflexión entre muchas otras que podrán escuchar en el siguiente podcast.
https://onx.la/bb9c0
“Para que el mal triunfe, lo único que necesita es que las buenas personas no hagamos nada” Edmund Burke