Con el fin de apoyar el fútbol femenino, en el año 2016, la Federación Internacional del Asociado (FIFA) ordenó que todas sus federaciones debían crear una liga femenina. Motivo por el cual en el 2017, se creó el torneo en Colombia, pero habría que preguntarse ¿si realmente se hace por obligación y no por convicción?
«Ha nosotras en la selección nos pagan un 1% de lo que le pueden pagar a los hombres y algunas son madres de familia», así lo expresó Yoreli Rincon, una de las jugadoras más representativas de la Selección Colombia, en una entrevista concedida al programa los Informantes del canal Caracol en el año 2018.
Dijo también, «Algunas pierden trabajos, por venir a la selección para defender a todo un país, que es un país que no nos apoya». Todo ello a pesar de logros como la medalla de oro en los juegos panamericanos de Lima Perú en el 2019, los subcampeonatos en las copas américa de 2010 y 2014.
Indiferencia, esa es la palabra que describe perfectamente lo para los directivos, representó, representa, y no se sabe si representará el fútbol femenino. El solo hecho de que no haya ecuanimidad, en la repartición de los dineros, entre hombre y mujeres, aún cuando las chicas se lo merecen, por los logros que han conseguido así lo demuestra.
Si por el lado de la Selección Colombia llueve, por el fútbol de clubes, no escampa. Si bien existe una liga femenina, el formato de la misma, es bastante corto, ello no permite que muchas de las integrantes de los equipos, tengan el suficiente tiempo para mostrarse y muchas de ellas, se quedan sin jugar. Aparte de afectar el nivel futbolístico.