Por: Tania Castro
Mediante una denuncia, una usuaria de transmilenio, manifiesta una nueva modalidad de robo, en este medio de Transporte, a su vez, revela detalles evidentes de las anomalías, que tanto hombres como mujeres, deben encender las alarmas a señales como; rociar desinfectante, limpiar el articulado, no tener los implementos o vestimenta de la entidad.
Este proceder, segun El Tiempo: menciona, que el testigo presencia en la ruta B16, el dia miercoles 27 de Abril, en las horas de la noche, cuando se dirigía rumbo a su vivienda; a un hombre que lucía un chaleco gris y quien sostenía un limpión con líquido en sus manos, empieza a rociar el articulado, haciéndose pasar por operario de Transmilenio.
Este sujeto, realiza esa acción, simulando desinfectar cada unas de las partes que componen la estructura del bus, previniendo el posible contagio Covid-19. No obstante, esta sustancia es usada como droga, lo cual, enciende las alarmas de las autoridades y las entidades reguladoras, porque claramente, afectan el debido conducto de una persona.
Lo curioso del caso, es que este hecho se realizó en un vagón, donde estaban solo mujeres, tanto de pie, como sentadas, lo que provoca a la víctima, un evidente malestar general y desaliento, a tal punto de querer bajarse en la siguiente parada del bus y así proteger su integridad.
Por otra parte, “bogotá” entonces deberá tener en cuenta la estrategia que utilizó, Mexico, en el 2002, cuando asigno dos vagones de cada tren, en el metro, exclusivos para mujeres y para el 2008, creó una línea de autobuses exclusivos para Hombres y para Mujeres, donde cuyo objetivo era mantener y proteger la seguridad de los mismos, como lo infiere Duncked.
Aunque, esto no tuvo efecto positivo, por que siguio incrementando el acoso sexual y robo; lo anterior demuestra, que ni creando buses para mujeres o para hombres, se respeta la integridad de la otra persona, ni mucho menos compartiendo el espacio con el otro genero, una sociedad recreada para satifacerse, pero no para obedecer y respetar los derechos.
En este sentido, como lo dice Duncked: la violencia en el transporte público es entendida como una forma de discriminación de género, igual a la que se da en el trabajo, escuela y deportes, donde las mujeres no tienen las mismas oportunidades de participar que los hombres, más allá del género, no hay un balance socio-cultural de igualdad y seguridad.
Con respecto a lo anterior, Transmilenio confirma, que este sujeto no pertenece a su empresa, ni como operario, ni como colaborador, por que sus labores de limpieza, se realizan cuando los articulados están en quietud, no tienen pasajeros dentro y por lo general este proceso se realiza al final de la jornada, en los “patios” establecidos para este motivo.
Es decir, segun Gutierrez: el transporte colectivo de pasajeros tiene un rol que cumplir en los procesos de inclusión social; para ello es necesario un modelo de desarrollo para el transporte urbano, capaz de discernir, una nueva movilidad para una nueva ciudad y una nueva sociedad, desde luego, el cambio debe radicar en el transporte y su ciudadanía.
Por consiguiente, el medio de transporte Transmilenio: asegura que es fundamental, las denuncias formales dentro y fuera de este servicio, para que las entidades respectivas, como la Fiscalía y la Policía, puedan realizar su correspondiente investigación, esclarecer los hechos y ayudar a las víctimas a cómo protegerse y a cuidarse entre todos.
Finalmente, los videos que identificaron los acontecimientos, no evidencian que haya sido un delito; pero se hace un llamado de atención contundente, para que las mujeres, hombres, niños y niñas, usuarios de este transporte público, que presencian estas nuevas modalidades delictivas, denuncien y puedan prevenir estos ataques en los medios masivos de transporte.