La quebrada las delicias, ubicada en la localidad de Chapinero en los cerros orientales con calle 63 organiza anualmente una Feria Ambiental y las “Noches del recuerdo”, exploramos el trabajo realizado por el Instituto Distrital de Turismo (IDT) para llegar a estas reuniones de la comunidad en torno a una riqueza natural.
Por: Paola Sánchez
A partir del año 2013 en el instituto se iniciaba la planeación de un proceso de recuperación de diferentes espacios naturales que pudieran convertirse en un atractivo turístico reflejo de la idea que tienen muchos de los extranjeros de Colombia como un atractivo biodiverso y libre del estrés de la ciudad, según expresa Lina Castro, actual miembro de la Subdirección de Gestión del Destino.
El proceso directo realizado desde el año 2014 no se ha abandonado y se impulsa desde diferentes acciones con miras a posicionar la ciudad de Bogotá como destino turístico nacional e internacional en donde una de sus estrategias directas consiste en la diversificación de los productos turísticos que hasta hace pocos años solo se centraban en lugares comunes como La catedral de sal, el museo del oro, Monserrate y demás lugares de tradición en la ciudad.
“Había una oportunidad que se estaba desaprovechando es así que el instituto genera un programa de productos turísticos, e identifica unos productos prioritarios”, expresa John Ramos, profesional encargado del diseño de productos turísticos, quien además hizo parte del equipo encargado del proyecto durante el año 2015.
Dentro del plan de productos turísticos se incluye entonces un espacio para el llamado Turismo de Naturaleza (necesario como puede escuchar en el podcast adjunto), en el cual el IDT empieza a trabajar considerando que 70% del suelo en la ciudad de Bogotá se considera rural y además cuenta con 16 humedales, la atracción de visitar los cerros orientales junto a las más de 190 quebradas, algunos páramos y los diferentes parques que se distribuyen en la ciudad y tienen gran acogida, como es el caso del Jardín Botánico José Celestino Mutis.
A finales del año 2014 se firma un convenio con la Fundación Naturaleza y Patrimonio, en el que se identifican El humedal Santa María del Lago y la Quebrada las delicias para ser preparados como atractivos turísticos partiendo de que existían para ese momento unos senderos mínimos y una preparación en la comunidad que la hiciera sensible con el tema, así como la variedad que ofrecía el humedal para la observación de distintos tipos de aves y los cuerpos de agua propiamente dichos.
En el caso de la quebrada se ofrecía la posibilidad de caminar por los cerros orientales y contaban con el apoyo de un trabajo con la comunidad de más de 20 años de concientización. Comprometidos con convertir el lugar en uno turísticamente atractivo se formaron diferentes frentes de acción.
En primera instancia se busca establecer el valor turístico más allá de la simple sensibilización ambiental para públicos locales y la recuperación del espacio de diferentes problemáticas sociales o de contaminación del lugar, por medio de un reconocimiento de especies de flora y fauna que existen a lo largo del recorrido de la Quebrada que se convierte en atractivo para visitantes extranjeros.
En segunda medida se inició un trabajo de turismo comunitario, con talleres que permitieran potencializar las cualidades de las personas que habitan allí y que, desde la interpretación, gastronomía o diferentes roles pudieran aportar a la ruta.
Estos vigías o interpretes han tenido la oportunidad de iniciar estudios como Guías profesionales de Turismo en el SENA, gracias al concurso del IDT, haciendo que la participación en este cambio se vuelva también en algo que dé a la comunidad rentabilidad, la cual está apoyada incluso por las agencias de viajes y demás en donde por convenio se dicta que incluyan dentro de los recorridos a los grupos comunitarios ya organizados, al menos en la mayoría de los casos.
La Quebrada y el IDT hoy
Al momento el IDT, sigue haciendo acompañamiento a la Feria Ambiental junto a su directora Sofía López, vinculando el altísimo componente social que se encarga de hacer una frecuente reflexión del territorio y demás en reuniones como “Noches del recuerdo”, con el turismo.
Según Lina Castro y John Ramos el papel del IDT pasa a uno que se encarga de que la gente entienda que este sector es ahora un atractivo turístico con potencialidades y responsabilidades que se exponen gracias a la participación que tiene el Instituto en los conversatorios socializando trabajos realizados en campo junto a la comunidad como ‘Protocolos para la Operación de Servicios Turísticos en Atractivos Naturales de Bogotá’.
“Tuvimos espacios de concertación porque cuando nosotros promovemos el desarrollo del turismo en la ciudad lo hacemos a través de una intervención participativa… no nos interesa ser inflexibles con la comunidad”, afirma Ramos acerca del trabajo que se lleva a cabo aclarando además que más allá de sus labores, hay cosas que les corresponden a otras entidades en las que sin embargo sirven de canal de comunicación con el que logran unirse en totalidad para generar un proyecto fuerte de ciudad, debido a que actualmente este proyecto sobrepasa el ámbito local.
Las cifras respaldan este trabajo, ya que según el comunicado emitido por el IDT el día 25 de agosto de 2016 el arribo de extranjeros a la ciudad gracias a que es un destino turístico económico a nivel mundial se incrementara en un 5,1% en el primer semestre del año, en comparación al año anterior. Metas que se están alcanzando actualmente.