Por: Camila Andrea Salgado
La bicicleta existe hace 200 años y a medida que pasa el tiempo no pierde su auge ni su importancia, algunos encontraron en ella una salida cuando no podían salir.
Cada día la bicicleta se vuelve uno de los medios de transporte más utilizados por las personas, porque les ofrece diferentes posibilidades para la movilidad, una forma de distracción y entretenimiento para quiénes disfrutan del deporte o solamente prefieren salir de vez en cuando.
Antes de la pandemia era así, quiénes salían de vez en cuando, es decir, solo en ciclovía cambiaron esta práctica y la comenzaron a usar todos los días, como un medio para salir de la monotonía de las cuarentenas que cada vez se extendían más y más hasta que se volvió estricta.
Las cuarentenas pasaban tan lento que muchas personas iniciaron una vida saludable y empezaron a practicar diferentes actividades, entre ellas el uso de la bicicleta para llegar a sus lugares de trabajo o salir a recorrer los barrios y parques cercanos al menos por una hora cuando era permitido.
En abril de 2020 se registraban 360.000 viajes diarios en bici y a diciembre del mismo año, ya la cifra aumentaba a 650.000, lo que significó un incremento del 80% según datos de la Secretaría de Movilidad.
Teniendo en cuenta estos números y porcentajes que van creciendo, se encuentra Daniela, una bici usuaria que quiso unirse a esta moda, porque todos la usaban, para esto decidió armar una bicicleta, para personalizarla según sus gustos, y además porque salía más económica.
Sus primeras salidas fueron cortas pero para ella eran infinitas mientras se acostumbraba y adaptaba a todas las reglas y situaciones que pasan en medio de la calle.
El aumento del uso de bici hizo que para los delincuentes se convirtiera en un negocio mucho más lucrativo que antes de la emergencia sanitaria, incluso aseguran que supera el negocio de los celulares robados según la Secretaría de Movilidad.
Por lo anterior, es importante resaltar la importancia de conservar las buenas prácticas que se llevaron a cabo durante la pandemia y que se puedan seguir fomentando, se requiere una mayor seguridad vial, ya que si bien en la mayoría de las ciudades disminuyó la cantidad de viajes en auto, también aumentaron las consecuencias de los incidentes de tránsito según IDB.
Una de las enseñanzas que dejó la pandemia fue la importancia de cuidar la naturaleza por todo el impacto que tiene sobre nuestra salud y la calidad de los espacios para disfrutarlos, con aires limpios gracias a una movilidad sostenible, aquí, es clave entra en juego la bicicleta y cada uno de sus beneficios el medio ambiente.
Ahora, luego de la contingencia parece que se volvió todo un reto mantener el crecimiento de biciusuarios en la ciudad, asegurar espacios tranquilos, libres de delincuencia y carriles únicos ya que a muchas personas les gustaría transportarse de manera segura, pero evitan sacar sus bicis por el miedo a compartir el carril con los vehículos.
