Escrito por: Sergio David Rojas Echeverria
Las clases de Religión no son obligatorias
“La clase de religión es más probable que favorezca al catolicismo y que pueda ser utilizada como espacio para evangelizar” (Rodríguez, 2010-2017)
Cuando se habla de la materia de religión ¿A qué hace referencia?, se piensa (no es así) que su contenido es sobre La Biblia; a muchos se les hizo normal ya que vienen de una familia católica y esta, es la religión predominante en el país. Pero qué pasaba con esos compañerxs, que a pesar de sus diferentes creencias, son obligados a ver la clase por la doctrina del colegio.
Muchos son los debates que no responden con pluralidad religiosa, creando vacíos legales en el país. La Constitución política “garantiza la libertad de conciencia” y “la libertad de cultos” sin embargo, la Ley General de Educación y la Ley Estatutaria de Libertad Religiosa, mantienen los planes que, en la educación básica el área de Religión como obligatoria.
Es inevitable, los colegios del Estado tienen que mantener un área de Educación Religiosa, aunque no deberán exaltar una religión en específico, y los estudiantes podrán solicitar ser retirados de la asignación; no significa que tendrán la hora libre. El colegio presentará un programa alternativo que deberá estar previsto en el PEI con base en cual se evaluará.
En Colombia, la legislación que regula la orientación y los contenidos de la clase de Religión es totalmente incoherente e incumplible, como van a garantizar que los estudiantes reciban una formación religiosa que coincida con sus convicciones y en el caso del menor de edad, con la de sus acudientes. Sería buscar y colocar un docente por cada religión y visión.
Dando siempre un trato preferente a la iglesia católica, se puede ver implícito en el certificado de idoneidad que únicamente los profesores de la materia tienen que sacar, y que solo son reconocidas por autoridades eclesiásticas; si presentan certificados con una autoridad que no sea católica, demostrar su veracidad será una tarea compleja.
La poca atención del Ministerio de Educación y estándares curriculares oficiales, hace que las instituciones no tengan información idónea sobre cómo se debe dictar la clase, creando confusión entre docentes y directivas sobre los contenidos que convienen al área de Religión. Mencionado por en la investigación Castiblanco y Gómez “La clase de religión en Bogotá”.
Según el estudio de Beltrán y William M, algunos profesores recurren a la Conferencia Episcopal de Colombia quien “suple” los estándares, muestra obvia de un marco confesional católico” e “incluyen los enfoques bíblico, cristológico y eclesiológico”; utilizando cartillas que destacan textos como “acercamiento al proyecto de vida propuesto por Jesús”.
Es complejo e ignorado el tema, que da pie a que los profesores de la asignatura, dicten la materia según sus creencias. Paso para un trato desigual, muchas veces haciéndolos sentir incomodos y segregados en el aula, estableciendo intolerancia y discriminación a otros con diferentes creencias. Siendo encasillados frente al resto, como ejemplo para que sigan “el buen camino”.
Las normas que exige el sistema de educación en el área de Religión son excluyentes, por esa y otras razones los colegios no ofrecen alternativas académicas. Siguen dictando la asignatura enfocada el catolicismo, nunca lo hacen desde el punto de vista histórico, llevándolo a cabo por profesionales en ciencias sociales (no Teólogos), partiendo desde un punto sociológico y antropológico.
Artículo basado en la investigación: “La clase de Religión en los colegios públicos de Bogotá: estado de la investigación” de William Beltrán.