José Zuleta Ortiz necesitó 70.845 palabras para decir lo que no fue dicho. Es un juego de palabras, claro, porque me refiero al título del maravilloso libro que el año pasado obtuvo el Premio Nacional de Novela en Colombia: Lo que no fue dicho.
Por Javier Correa Correa
Lo que no fue dicho es novela, sí, porque, además, José Zuleta Ortiz es un excelente novelista. Me consta y de él he leído varios libros en prosa y poesía.
Él es un rolo metido a caleño y en la capital del Valle vive desde cuando tenía nueve años. Hoy tiene sesenta y tres y de ese tiempo escribe en el libro del que hablo hoy.
Su infancia no fue fácil y él creció de la mano de su papá –el filósofo Estanislao Zuleta–, quien quería cambiar el mundo. Pero no cambiarlo con el ímpetu de los jóvenes, sino también con la sabiduría de los adultos. Pero un día José se emberracó y lo increpó. Después salió de la casa, con una mano adelante y la otra atrás, a caminar por ese mundo que el papá no pudo cambiar. Que no hemos podido cambiar.
Aunque, en lo personal, Estanislao influyó montones en mi forma de acercarme a las letras. Y aquí estoy.
José Zuleta, o Pepe Zuleta, como le dicen en Cali, cuenta que antes de salir de casa y cuando regresó años después recorrió muchas veces la biblioteca de su padre. De él escribió: “Tomaba un libro en sus grandes manos y buscaba parsimonioso la página”.
Y agrega: “En ocasiones, mientras leía o conversaba, se conmovía y la luz habitual de sus ojos se encendía, visitada por un repentino brillo líquido que disimulaba retirándose un momento o simplemente bajando la persiana entreabierta de sus párpados”.
El libro empieza en Lisboa/Bogotá y, después de largos recorridos tal vez cíclicos, vuelve a Lisboa/Bogotá, en las Torres del Parque, donde retoma un diálogo que había estado roto durante veintisiete años. José Zuleta Ortiz conoce entonces la historia que tal vez ha de escribir algún día. La historia de vida de su mamá, María del Rosario Ortiz, que ella le comenzó a contar de a pedacitos grabados en esas maquinitas rectangulares y planas que cabían en una mano y en cuyas cintas brillantes de microcasete quedaban consignadas desde canciones hasta entrevistas periodísticas y anécdotas personales.
Mientras tanto, y por ahora, yo leí sobre su vida, que ocupa 259 páginas en un ejemplar de 13,5 por 23 centímetros, en cuya carátula hay una foto tomada por él no se sabe dónde, pero en la que por los resquicios de las hojas de un árbol se cuela la luz de historias personales convertidas en novela bajo el título de Lo que no fue dicho.
José Zuleta Ortiz
Nació en Bogotá en 1960 y vive en Cali desde 1969. Ha ganado varios premios nacionales de poesía y cuento, entre ellos el Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura en 2009, con el libro Ladrón de olvidos. Ha publicado cinco libros de cuentos, cuatro de poesía y uno de retratos. Algunas de sus obras han sido traducidas al francés, inglés, portugués, italiano y holandés.
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