Por: Tania Alexandra Casallas Cárdenas. tcasallasc@ucentral.edu.co
Cada 12 de marzo, Día Internacional contra la Censura en Internet nos recuerda la importancia de esta lucha. Esta fecha busca visibilizar las amenazas a la libertad digital y promover el acceso sin restricciones a la información en todo el mundo. En una era donde la conectividad define gran parte de la vida cotidiana, proteger la libertad en internet es, en última instancia, proteger el derecho a pensar, hablar y decidir sin restricciones impuestas desde el poder.

Imagen libre de derechos de autor
Desde su aparición, internet ha sido una herramienta clave para la comunicación, la información y la libre expresión. Sin embargo, en los últimos años, la censura digital ha comenzado a amenazar este espacio de libertad. Gobiernos, corporaciones y plataformas digitales han impuesto restricciones a los contenidos que circulan en la red, limitando lo que los usuarios pueden ver, compartir o debatir.
El acceso a una red libre es esencial para el desarrollo democrático y social. En muchas ocasiones, el ciberespacio ha servido como plataforma para denunciar violaciones a los derechos humanos, exponer casos de corrupción y movilizar a la ciudadanía en torno a causas sociales. Movimientos como el #MeToo, las protestas en Hong Kong o las denuncias ambientales en América Latina han utilizado internet como medio para amplificar sus voces y generar cambios.
No obstante, la censura amenaza con silenciar estos espacios de resistencia y transformación. El bloqueo de sitios web y la eliminación de publicaciones en redes sociales, plantean una pregunta fundamental: ¿hasta dónde es legítima regular la información en internet sin afectar el derecho a la libre expresión?
Censura en tiempos de protesta
Por ejemplo, en Irán, durante las protestas de 2022 lideradas por mujeres en contra de la represión del régimen, las autoridades bloquearon el acceso a internet para evitar la difusión de videos y testimonios que mostraran la brutalidad de la represión policial. Sin embargo, la censura no es exclusiva de gobiernos totalitarios. En democracias occidentales, también existen intentos de regular el contenido en internet con justificaciones como la lucha contra la desinformación o el discurso de odio.
Si bien es cierto que la moderación de contenido es necesaria para evitar la propagación de noticias falsas y discursos violentos, en muchas ocasiones estas medidas terminan afectando la libre expresión. En abril de 2021, se originó en Colombia una protesta social en contra de la reforma tributaria. Durante esos días las redes sociales se volvieron punto focal para difundir y expresar ideas. Sin embargo, durante la manifestación comenzaron a presentarse problemas de conectividad, así como fallas en los dispositivos móviles generando una sensación de censura.

Imagen libre de derechos de autor
Defender la libertad en la era digital
Las consecuencias de la censura digital son profundas y peligrosas. Al limitar el acceso a la información, se restringe la posibilidad de cuestionar sobre los temas de interés social. En países con regímenes autoritarios, la censura digital se convierte en una herramienta de control, impidiendo que la población tenga acceso a noticias que contradicen la versión oficial del gobierno.
A pesar de estas amenazas, existen alternativas para contrarrestar la censura en internet. La implementación de tecnologías como redes descentralizadas y herramientas de navegación seguras permite que los usuarios eviten restricciones y accedan a información bloqueada. Plataformas como Mastodon han surgido como alternativas a las redes sociales tradicionales, ofreciendo un espacio donde la moderación no está controlada por grandes corporaciones.
Asimismo, el uso de herramientas como Tor y VPNs permite a los ciudadanos de países con restricciones navegar de manera anónima y acceder a información censurada. La censura en internet es un problema que no puede ser ignorado. Es necesario defender un espacio digital donde la información fluya libremente y donde las voces no sean silenciadas.