2020 es el año donde todo cambió, nos separaron las manos, prohibieron los besos, incluso enseñaron que los abrazos pueden ser letales. Pero, ¿qué le pasó al tapabocas?
La pandemia, que tiene más cara de estrategia de cómo empobrecer un país en 6 meses, ha puesto de cabeza el mundo de la moda. Marcas a nivel nacional e internacional pararon su producción para dedicarse a hacer tapabocas, y ¿cómo no? si la Organización Mundial de la Salud recomienda ir a todas partes con él para evitar contagiar y claramente, ser contagiado del innombrable coronavirus.
Marcas mundialmente reconocidas como Adidas, ha sacado diseños lavables, cómodos y que se ajustan perfectamente a la identidad de la marca ¡genios!. El reconocido diseñador Christian Siriano presentó un cubrebocas con perlas “…este necesitaba un poco de glamour para escapar del día” dijo en un Tweet. También, marcas nacionales han hecho de sus catálogos de productos una amplia gama de opciones de tapabocas, para de este modo no quebrar ante la grave recesión económica que afecta el país.
Salir a la calle se convierte en una constante observación de quién lleva o no lleva su artículo de bioseguridad, no solo por temor a contraer el virus, sino porque las propuestas de diseños cada vez son más y más, muchos en telas reutilizables para mitigar la contaminación y otros, en diferentes formas para tener mayor cobertura del rostro. ¿Te has puesto a pensar si en realidad están cumpliendo su función de armadura? muchos materiales, en especial la tela de lentejuelas, es demasiado porosa y dejaría pasar todo aquello que caiga sobre él. Mi recomendación es, prueba siempre su eficiencia, puede ser divino y combinar perfectamente con sus ojos, pero no olvides su principal objetivo.
Es completamente reconfortante ver que los emprendedores colombianos le apuntaron a este complemento infaltable por estos días. uno que llegó para quedarse. Pero, es imposible no sentirse contrariado ante esto, ver marcas que lo venden como el último grito de la moda, y no una cuestión de salud.
Está claro, el mundo cambió y con él, nuestra forma de vernos y vestirnos.
Escrito por: Taly Sánchez