La llegada del BTL ha generado una baja en el volumen de inversión en los medios tradicionales, sin embargo la publicidad en estos, sigue siendo muy importante.
Para muchos el mayor valor del ATL es que sigue siendo generador de posicionamiento y fidelidad, mientras que el BTL utiliza la promoción y el precio para seducir la experiencia de compra. Esto quiere decir que los medios masivos generan cierta lealtad de marca y que los medios alternativos refuerzan esa lealtad mediante publicidad sorpresiva en espacios no comunes.
La publicidad a través de los medios masivos tiene una ventaja especial: los consumidores tienen aprecio, credibilidad y muchas veces hasta dependencia de la televisión, la radio, la prensa y las revistas.
Aunque es contradictorio, los medios masivos buscan ser personalizados, esto quiere decir que el ATL ha tenido que ramificarse para saber llegar a los consumidores en función de sus identidades.
Los medios masivos han empezado a manejar sus contenidos por segmentos, como por ejemplo, la prensa ofrece sus servicios de pauta de acuerdo con los distintos sectores de las ciudades, o las emisoras que se especializan en un solo género de música, de la misma manera la televisión se divide en canales de contenido y horarios temáticos.
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