El mundo ahora está muy distanciado de lo que era hace apenas unos meses, el COVID- 19 trajo consigo una nueva dinámica mundial en dónde el confinamiento social es la norma. La economía es la protagonista del drama por estos tiempos, el centro del sistema social está en crisis porque el mundo está en casa, esto implica que el capital no se mueva, si no se mueven los trabajadores no se mueven las empresas y si no se mueven las empresas no se mueven los países y así sucesivamente. Es un panorama nunca antes visto ni previsto, lo que implica un reto grandísimo de adaptabilidad y respuesta de las empresas.
La comunicación ha sido fundamental para el proceso de aprendizaje de la situación, sin embargo, la cantidad de información ha llevado a una saturación incómoda y des- informante, las empresas entonces se vuelven responsables también del tipo y cantidad de información que emitan respecto al tema. En este panorama la responsabilidad social se vuelve fundamental en las acciones que realicen las marcas, además es una gran ventana a la interacción con el público a través de los medios digitales, especialmente las redes sociales que se han convertido en las calles.
La importancia de las redes sociales es indiscutible, pero es aquí donde las marcas deben andar con cuidado, porque la preocupación por el contenido va en contrapunto, por un lado, se puede parecer muy callado y por tanto apático, además de perder visibilidad, pero por otro lado se puede parecer oportunista y aprovechar ventajosamente una situación delicada. Por esta misma razón, marcas como Google y Twitter inicialmente restringieron los mensajes comerciales referentes al COVID-19, aunque algunas de estas restricciones han sido retiradas para la propagación rápida de la información.
Le epidemia tomó al mundo por sorpresa, especialmente a las empresas, sin embargo, desde hace varios años se ha visto un cambio en el consumo promovido por las nuevas tecnologías, así pues, las empresas que ya venían adaptándose a la digitalización de sus productos, servicios y entornos tienen una ventaja significativa en la respuesta a la situación actual. Por el contrario, aquellas empresas que se rehusaban a los medios digitales ahora se ven forzadas a trasladarse a ellos o correr con un alto riesgo de desaparecer, más aún si se evalúa un posible escenario que implique un cambio en el consumo después de la crisis del COVID-19.
Empresas como Porche, Starbucks, Good Rebels, Nike, entre varias otras, redirigen sus acciones de marketing y publicidad a los canales digitales con objetivos de posicionamiento de marca y captación de leads más que conversiones económicas, esto por medio de comunicaciones sentidas capaces de generar conexión con el consumidor, ya que se enfocan en aportar un valor de contribución social por encima del valor comercial.
Esta responsabilidad social no solo se ve reflejada en las comunicaciones en las redes sociales, sino que también se traslada en algunos casos al mismo rediseño temporal del logo:
Por otro lado, otras marcas hacen uso del marketing de oportunidad para generar contenido relevante dentro del contexto socio-económico, como es el caso de IKEA que aprovecha la oportunidad del confinamiento en hogares para promover sus productos, pero con un mensaje completamente emocional:
Autora:
Liseth Beltrán
Estudiante de Publicidad de la Universidad Central
Fuentes cibergráficas
https://www.marketingdirecto.com/anunciantes-general/anunciantes/asi-adaptan-las- marcas-su-estrategia-de-marketing-y-publicidad-ante-la-crisis-del-coronavirus
https://www.puromarketing.com/12/33460/digitalizar-empresas-tiempos-covid.htm
Enlaces de apoyo de multimedia
https://www.youtube.com/watch?v=VaMQe0RO5PM