Por: María Paula Guzmán Boada y David Carrillo// Gordiano Nudo
A continuación encontrarás un artículo de opinión sobre las historias climáticas: ¡conoce de esta hermosa herramienta para sensibilizarnos sobre el cambio climático contando nuestras historias! ¡Bienvenidx al Proyecto Transmedia de Historias climáticas!
Hace unos meses conocí sobre las historias climáticas en el entrenamiento de Climate Reality Project, y desde ese momento supe que tenía que compartir sobre ellas a todas las personas que pudiera. Lo más importante es que todxs tenemos una historia climática por contar, y por eso este artículo es una puerta de entrada a esa gran posibilidad de que más personas contemos nuestras historias, ¡únicas!, para sensibilizarnos y actuar ante el cambio climático.
Una de las motivaciones para dar a conocer sobre estas historias, es que solo se han desarrollado bajo su nombre en inglés: climate stories, y es por eso que si googleas “historias climáticas” no encontrarás casi resultados, o no en la forma que te presentamos aquí. Además, en las seis organizaciones y proyectos que encontramos con experiencias en su creación hay muy poca presencia de historias latinoamericanas, y gracias a eso, la esencia de este proyecto es “irnos echando el cuento”, como dicen por ahí, de que existen y que tenemos mucho por decir sobre el cambio climático, más de lo que imaginamos.
Y es que como dice la organización Climate Generation: A Will Steger Legacy, una historia climática es una historia personal sobre ti y tu experiencia con el cambio climático, y en eso hay muchísimas opciones: observaciones a lo largo de tu vida, un momento crucial que hayas tenido, una pérdida, soluciones que encuentres, esperanza, o qué es lo que te preocupa sobre lo que sucede.
Por eso las historias climáticas son del día a día, de la vida, de la experiencia particular que cada persona recorre junto al cambio climático, y en eso la definición que propone el proyecto Our climate, Our future es muy amena: “El cambio climático es una historia, una historia sobre nuestras familias y nuestras comunidades”. Pregúntate, ¿cuál es esa historia que has vivido?, ese es la apuesta de esta hermosa herramienta, que poco a poco iremos descubriendo en este proyecto periodístico.
Así como cada uno de nosotros tiene su propia historia, también tiene su propia manera de contarla, y es muy emocionante ver la forma en la que cada persona decide hacerlo. Ninguna historia climática es igual a otra, y gracias a esas infinitas posibilidades es que encontraremos desde historias escritas, hasta cómics o canciones. ¡Todo depende del mundo único de quién narra!, y eso hace que, realmente, no sea solo una historia sobre el cambio climático, después de todo esa ya la conocemos de a poquitos (o puede que mucho), sino esa historia que compartimos con él.
En el entrenamiento me dijeron que el cambio climático es emocional, y esto es algo que he notado demasiado a mi alrededor: que la preocupación por sus efectos cada vez más notorios y cercanos, y por no poder hacer lo suficiente para cambiarlo, paraliza. A su vez, los términos científicos y cifras que lo explican hacen que muchas veces sea difícil de imaginar o dimensionar, y eso igualmente termina por no motivar a ser parte de las soluciones.
Las historias climáticas son justamente la oportunidad de cambiar esa narrativa, porque al permitirnos reflexionar sobre cómo el cambio climático pasa por nuestras vidas, nos vinculan emocionalmente con él, lo que ayuda a que la cifra deje de ser cifra y se convierta en lo que te pasó a ti, a un familiar, a un amigo lejano, o a una persona en Uganda, que ni conoces, pero que también lo está viviendo y sintiendo. Y si a veces tienes la sensación de que pocas personas lo están intentando, estas historias dicen, ¡alto!, siempre hay alguien haciendo algo.
Sí, las historias climáticas son personales, pero cuando se comparten son una fuente inimaginable de cambios. Es por eso que el foro Climate Stories Project propone que quien registre su historia, lo haga con tres personas más de su comunidad, porque solo así florecen las conversaciones, y esas son en las que la sensibilización sobre el cambio climático ocurre, y de paso la motivación para construir en conjunto un mundo distinto, colaborando en lo que cada quien pueda.
Y es por todo esto, que hoy te echamos este cuento: todxs tenemos una historia climática por contar. Reflexionas sobre tu vida y la de tu comunidad, exploras tu creatividad, te vinculas emocionalmente, cambias la narrativa, descubres más experiencias y comienzan las conversaciones: la oportunidad de unirnos más personas a la acción.
En definitiva las historias climáticas nos sensibilizan sobre el cambio climático. Imagínate si comenzamos a impulsarlas en español. ¿Cuáles serían las que se contarían en esta América Latina? ¿Cuál sería la tuya? Si después de leer nuestra pequeña puerta de entrada te animas a crearla, te invitamos a mirar nuestro tutorial de pasos y consejos varios para hacerlo. Y cualquier idea que se te ocurra, ¡bienvenida en los comentarios!, que entre todxs nos vamos contando.