Terapia menstrual, la regla que cura



Mes a mes las mujeres soportamos su llegada pero finalmente debemos aceptarla. La menstruación nos define como mujer aunque para muchas no sea más que una pesadilla, pues es un ciclo en el cual el cuerpo femenino sufre cambios que generan fuertes dolores producto de la congestión pélvica. Las variaciones de ánimo también son frecuentes por estos días y justamente se ha innovado en métodos alternativos que ayudan a controlar estas alteraciones de la mujer mediante la palabra, la acción y la emoción.

Por Ángela Ramírez Torres y Yuly Bohórquez

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El médico y cirujano de la Clínica de Marly, Fabian Mantilla, asegura que durante estos días menstruales se incrementa la irritabilidad, los cambios de ánimo y la temperatura corporal, debido al alto flujo hormonal que circula en la sangre de la mujer. Es por esto que tener una relación sana con nuestra sangre menstrual es una necesidad.

 

La ginecóloga, Luz Angela Uribe, nos cuenta que una mujer pierde 80 mililitros de sangre durante el ciclo y esto traducido a los casi 40 años en que la mujer tiene su regla, hace de este ciclo hormonal una total experiencia de vida para la mujer y quienes la rodean, pues es un momento que merece respeto. Afortunadamente existe una solución para controlar nuestra emocionalidad durante este ciclo y no lo sabíamos, tiene nombre propio. Es la Terapia Menstrual.  

 

Muchos se preguntaran ¿Qué es esto? y ¿para qué sirve? Tuvimos la oportunidad de contactar a su creadora Zulma Moreyra, líder de la Terapia Menstrual y Ciclicidad Integral Masculina, autora del libro Mi Sangre Cura y del Tarot Madre tierra, un cuento herbal. Además es psicóloga, experta en medicina china y herbóloga titulada, profesiones que ha unificado para trabajar en conjunto con sus grandes pasiones, las hierbas y los ciclos hormonales femeninos.

 

 

Para ser más exactos la terapia menstrual Madre tierra, según Zulma Moreyra, “es un método que se basa en el ciclo hormonal femenino, en donde se ven las heridas portales de las etapas de la mujer que son situaciones que por su quantum emocional, dependiendo de las herramientas de la mujer, quedan grabadas en alguna parte del cuerpo inconscientemente y se prolongan a lo largo de nuestra vida como situaciones reiterativas, trabas emocionales, dolores y hasta enfermedades”. En pocas palabras, la Terapia Menstrual es el modelo de reconocimiento profundo del ser femenino a través del entendimiento propio de la mujer y su entorno.  

 

Esta tradición ancestral tiene sus inicios en Argentina hace aproximadamente 15 años, momento en el cual Zulma Moreyra expande sus saberes a países como Ecuador, Brasil, Chile, Uruguay, España, India, Australia y Colombia, a este último aterrizó hace 5 años, tocando el alma de Mónica Home, una caleña amante por su cuerpo, feminidad y menstruación, certificada y guiada por Zulma, quien sabía que existía un saber más profundo, sanatorio y bendito entorno a la sangre menstrual.

 

 

Hoy hace parte de un movimiento de mujeres que buscan ayudarse mutuamente para lograr una conexión natural más profunda con la menstruación, la tierra y la luna. Este espacio es reconocido mundialmente como la Carpa Roja Colombia, lugar donde predomina el color rojo como símbolo de un gran útero en el cual la espiritualidad de la mujer y los saberes ancestrales priman. Inicialmente, este lugar nació para que las mujeres tuvieran un espacio donde reunirse y sanarse a ellas mismas; en la actualidad, también se realiza la terapia menstrual.

 

 

Según la página web de terapia menstrual, este modelo terapéutico ha ayudado a cientos de mujeres en el mundo, certificando a 200 terapeutas y casi 500 mujeres que se encuentran en formación; muchos de los intereses femeninos van en torno al saber del ciclo hormonal, cambiar su relación con la sangre menstrual, hablar sobre fertilidad, la menarquía, dolores emocionales, dolores menstruales, falta de sangrado o abundancia del mismo.

Por otro lado, el ámbito clínico también utiliza estrategias para sanar el cuerpo de la mujer en sus días de sangrado. Jaime Villamil, Ginecobstetra de la Clínica de Marly nos dice que “los anticonceptivos orales aplanan las variaciones hormonales y la paciente no tiene estos cambios emocionales, físicos, intelectuales, cognitivos y comportamentales que normalmente ocurren con la menstruación”. En definitiva, un acto alternativo como la terapia menstrual puede repercutir aún más en la emoción inconsciente de la mujer.

 

El proceso terapéutico no tiene un protocolo determinado de realización. La terapia menstrual principalmente es un viaje de cuatro días, pero cada terapeuta certificada toma la decisión de cómo y dónde realizar el procedimiento. Cada una de las mujeres transita por diferentes portales, construyendo un círculo rojo necesario para sanar heridas o dolores internos de la mujer.

No obstante, no es necesario que la mujer esté menstruando durante este ritual, debido a que este encuentro busca atacar todo el ciclo femenino como un conjunto de tiempos imprescindibles del ser; especialmente se escoge el ciclo de luna creciente, tiempo en el cual la mujer está más dispuesta para recibir la terapia.

 

 

Para Zulma Moreyra no existen símbolos ni elementos predeterminados o únicos, todo depende de la consultante y las dinámicas que le permiten fluir en la terapia. Es decir, fotografías, muñecas, cristales, ángeles, elementos preferidos de la mujer o cualquier instrumento que la describa e identifique durante los diferentes etapas de su vida.

 

 

Precisamente, Mónica Home nos nombra la etapas de sanación de la mujer: la niña, el espejo oxiana, la mujer alquímica, la mujer creadora y la mujer linaje; fases que una  mujer padece y por las cuales es necesario recorrer e interiorizar para sanar lo más profundo del ser, pues comúnmente las mujeres desconocemos nuestra ciclicidad y esto afecta nuestro bienestar, causando fuertes dolores internos que se pueden convertir en enfermedad.

 

 

Por su parte, Clara Acevedo Silva, consultante y actual terapeuta menstrual, comparte su experiencia con este modelo. “Esta práctica ha llegado a cambiar mi vida, al tener una comprensión más amplia y elevada con lo que significa haber nacido en el cuerpo de una mujer y tener la dicha de menstruar. Saber que a través de mi ciclicidad puedo entenderme y amarme sin necesidad de juzgarme”.

 

En definitiva, la menstruación es un acto natural, sagrado e intrínseco de la mujer. Aprender a conocernos, eliminar las barreras consigo mismas nos permite ser activas socialmente.. No es sentirse fea, sucia o incómoda por su sangre menstrual, es sentirse única, amada y mágica. Para Zulma Moreyra este modelo logra entender que el sangrado menstrual es parte de un ciclo maravilloso que refleja la vida de la mujer teniendo la oportunidad de tramitar las energías.

 

 

A forma de complemento, el enfoque médico es vital para comprender este fenómeno como parte de la integralidad de la mujer. Por lo cual, vinculamos el concepto médico de Fabian Mantilla quien piensa que “la terapia menstrual complementa una terapia médica y en últimas esta unión permite alcanzar el objetivo de tener una adecuada salud, un mejor ciclo menstrual y una óptima calidad de vida”. Dicho esto, la medicina y la terapia menstrual, aun siendo diversas pueden unificarse y hacer de la menstruación una experiencia necesaria.

 

Galería de fotos 

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