Por: María Paula Guzmán Boada y David Carrillo// Gordiano Nudo
Algunos efectos del cambio climático ya no son predicciones, están aquí, y algunos daños al medio ambiente son una realidad imposible de esconder, un buen ejemplo son las toneladas de plástico que encontramos flotando en el mar. Incluso hay ya situaciones donde podemos hablar de refugiados climáticos. Necesitamos cambios de comportamientos, perspectiva, políticas y, sobre todo de sentir, si queremos mitigar o (siendo algo idealistas) sanar algunos de los daños hechos al planeta.
Es un problema con muchas capas y complejidades que pasan por nuestra cultura, nuestra economía y más, pero hoy nos centraremos en solo uno de esos factores, que igual creo es uno de los más importantes: La forma en que se comunica sobre el medio ambiente y cambio climático.
No hablamos sobre sí la información llega a las personas.Ya la mayoría sabe sobre el cambio climático; algunos incluso podrían darte de memoria cifras que escucharon en las noticias o recitarte una serie de catástrofes “que se nos vienen”.Queremos hablar de llegar a las personas y que se remuevan, que algo dentro se revuelque y la idea de “seguir la vida como hasta hoy” parezca absurda o hasta graciosa. Hablamos de algo que nos permita llegar a ese punto en que el cambio ya no parezca una opción sino algo inevitable.
Creemos que nos faltan más formas de comunicar el cambio climático que nos permitan ese momento y desde este proyecto transmedia hemos encontrado una posibilidad por la que queremos abogar: ¡Las historias climáticas! Si no sabes qué son te invitamos a pasarte por este artículo y si ya las conoces permítenos contarte por qué son una herramienta mucho más importante de lo que crees, no es algo tan intuitivo.