La última ruta de don Alberto

Por: Camila Cobos

Marzo 02 del 2022, 3:30 de la tarde, salgo de Ulto, mi lugar de trabajo, en la calle 95 con Autopista Norte; un restaurante de comida mediterránea y panadería artesanal, muy al estilo bistró francés. Es martes, por lo que tengo clase en la universidad hasta las 8 de la noche.

Para matar tiempo me voy a otro de los restaurantes de la cadena en la que trabajo, Aires está ubicado en el Centro Comercial Andino, a unas 10 cuadras de Ulto, decido tomar un picap que me lleve rápido hasta el Andino.

Finalmente llego a Aires en unos 20 minutos, me siento en una de las mesas exclusivas del restaurante ubicado en la plaza de comidas del centro comercial, mesas que me fascinan porque tienen vista hacia los cerros y si se mira más hacia abajo se encuentra la calle 84, y una gran sede de Starbucks.

En Aires pasó la mayoría de mi tarde hablando con Andrés, jefe de este punto; me dice que las ventas están subiendo desde que él tomó el mando del restaurante, habla sobre los problemas que tiene con la planta de producción que no le está enviando los productos para vender, indaga sobre las capacidades de sus empleados, en fín, noto mucho interés y emoción por su trabajo.

A eso de las 7 de la noche ya me tengo que ir para la estación de la 85, en la autopista norte, a coger Transmilenio para poder llegar a clase a las 8 en punto. Antes de bajar, llevo mi mirada hacia la calle 84, para darme una idea de cómo está la movilidad por el sector; me fijo en que en la vía hacia la séptima se encuentran trancados los carros, no indago más y cojo camino para no llegar tarde a clase.

 

Voy caminando por la 84, viendo el celular algo prevenida, entro a Instagram y la primera publicación que veo es la de un accidente, al parecer muy grave, en el que una volqueta que iba por la circunvalar se volca, se lleva por delante 11 vehículos y cae sobre 2 al otro lado de la vía.

En lo primero que pienso es en que ahora sé por qué era el trancón. luego de unos segundos caigo en cuenta de la gravedad del accidente y sigo caminando esperando actualizaciones de lo que pase con el tema.

Llego a clase a las 8 y 10 de la noche, a partir de ese momento me convierto en una adicta a Instagram y a todos los medios de comunicación, esperando actualizaciones sobre la noticia, lo máximo que llego a encontrar es que fallece una persona instantáneamente, y se encuentran 5 heridos.

Al siguiente día llegó a las 6 de la mañana a Ulto para empezar mi día laboral, recuerdo que una de mis compañeras vive en San Luis, vía La Calera, y que con su novio siempre toman la circunvalar y luego la séptima para llegar a su apartamento, le preguntó si supo sobre el accidente, me dice que iba pasando precisamente cuando sucedió y que gracias a la situación sufrió un ataque de pánico.

 

Andri, es una persona altamente sensible, con grandes tendencias hacia la depresión y la ansiedad, por lo que me imagine lo difícil que es vivir esa situación para ella, afortunadamente a ella y a su novio no les pasa nada más grave, aparte de la gran consternación que genera en ella la situación.

Al siguiente día volvemos a entrar Andri y yo a la misma hora a trabajar, y ella me dice que habló con su vecino Luis, padre de una de las personas heridas en el accidente, Luisa. Luis cuenta que Luisa iba saliendo del trabajo y esperaba el Sitp que la llevaría hasta San Luis.

Pasó media hora y el bus no llegó, hasta que al frente de la acera paró un taxi con pasajeros, bajo la ventana del copiloto y reconoció a su vecino Alberto, un taxista que vive a dos casas de la de ella; él le dice que si quiere por 2 mil él la acerca hasta la casa, que aún le quedaba un puesto en el carro. Ella le dice que sí y se sube en la parte de atrás.

Más o menos a las 2 cuadras de que Don Alberto recoge a Luisa, sucede el siniestro, instantáneamente 5 niños quedan sin padre, y la esposa de Don Alberto sola con sus 5 hijos. Luisa sufre heridas de gravedad, pero finalmente se recupera rápidamente y le dan de alta a los dos días, de los demás pasajeros se sabe que eran vecinos del sector también, pero no se sabe nada de sus familias.

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