Por: Laura Alejandra Ángel Solano, Nikol Valery Forbes Rubiano, Violeta López Camargo y Carlos Andrés Pérez Sánchez
En el centro de Bogotá hallamos diversas demostraciones de arte, cultura, gastronomía etc. Por medio de estos actos podemos encontrar personajes con historias alucinantes, que en muchos aspectos marcan sucesos hasta de nuestra propia vida.
Al caminar por la carrera séptima, descubrimos a muchas personas que se ganan la vida como vendedores ambulantes, o como actores callejeros, y en medio de la multitud de esta arteria de la ciudad, nos encontramos con una figura emblemática del centro. Se trata de Reinaldo Galvis Gutiérrez, un personaje que baila boleros, pasillos, vals, Guaracha cubana y mambo, de esta manera encuentra su sustento diario. Pero, ¿quién es Reinaldo Galvis?
Reinaldo Galvis es un anciano de 90 años, con una historia de vida ejemplar, ya que en la mañana del 23 de julio de 1973, mientras él trabajaba para el banco central hipotecario y tenía 41 años, se presentó un hecho abrumador en la ciudad, la Torre Avianca, la que para ese momento era la torre más alta de Bogotá, Colombia y Suramérica, era consumida por el fuego, es sorprendente como en medio de las llamas y la desesperación de quienes veían y vivían este momento, salvó la vida de 10 personas, aunque resalta y lamenta profundamente que durante estos hechos, no pudo salvar a 3 personas que prefirieron lanzarse del edificio en medio del caos de esta situación, en algunos medios de comunicación se ha dicho que salvó a 60 personas, pero esta versión es desmentida por el mismo Reinaldo Galvis. Por este acto heroico fue condecorado por el en ese entonces ministro de gobierno Roberto Arenas Bonilla. Momento en el que dio a conocer su célebre frase “Servir, construir, no destruir”
Otro de sus heroicos actos consistió en su papel activo dentro de las manifestaciones del 2019, en la plaza de Bolívar frente a la catedral, en medio de los desmanes hizo frente a la policía y los protestantes dando un mensaje que incitaba a la paz. Las cámaras de miles de transeúntes y medios de comunicación captaron este momento en el cual aquel extraño hombre que con su bastón y vestido blanco fue capaz de enfrentarse a los encapuchados que agredían a la fuerza pública y que intentaban profanar la catedral primada, reiterando que los policías también son humanos y que la única solución para acabar con este desmán, era la paz.
Estos hechos le dieron fama a este gran personaje, siendo reconocido por adultos y jóvenes. Al día de hoy, el señor Reinaldo se “goza” las calles del centro de la ciudad, bailando, caminando de lado a lado, mostrando con orgullo las condecoraciones que ha recibido por sus actos heroicos, portando también una paloma blanca en su camisa y contando sus historias a todo aquel que lo quiera conocer, continua trabajando con vitalidad y con un nuevo propósito; cuidar de la salud de su esposa, quien se encuentra enferma desde hace unos años.
Cuando caminemos por las calles del centro de Bogotá, especialmente por la carrera séptima, démonos la oportunidad de conocer al señor Reinaldo Galvis, apoyemos su talento, y dejémonos deslumbrar por sus historias de valentía y heroísmo, que lo convierten en el palomo de la paz.