El espiritismo es la ciencia que estudia la naturaleza y el origen de los espíritus, además de su relación con el mundo tangible. Existen múltiples formas comunicarse con el más allá, una de ellas puede ser por adivinación, recurriendo al uso de objetos cotidianos como medio para atraer a entidades desencarnadas.
De igual forma, se puede solicitar la ayuda de un médium, es decir, un individuo que cumple el rol de canal de comunicación entre el mundo terrenal y el mundo espiritual, gracias a un don que viene de nacimiento o que se adquiere a través de alguna experiencia ultra sensorial y que tiene la facultad para interpretar mediante varios mecanismos la voluntad de los espíritus.
El invitado del día fue Ivar Fernando Esteban Pantoja, integrante de la Sociedad Paranormal de Colombia, quién afirmó que el espiritismo no debe confundirse con magia negra, pues hace referencia a una experiencia más trascendental y a un conocimiento legitimado. De igual forma, Ivar Pantoja recomendó no intentar esta práctica a menos de que se tenga la experiencia y el conocimiento para hacerlo: “cuando uno abre una comunicación se está abriendo un portal de espacio y tiempo a la vez y esto trae muchas cosas que pueden no ser la persona o el espíritu que se está tratando de contactar, asumiendo el riesgo de entrar en estado de posesión”.
La sección “Un destino” también se realizó de la mano del tema del día. En esta oportunidad se habló de la Cementaria Samper, uno de los atractivos turísticos paranormales más conocidos de Colombia, siendo la primera y más grande cementaria del país en 1909 y gracias a sus ambiciones se construyó el proyecto de hacer un pueblo para las familias de aquellos trabajadores. Una mañana de 1996, los vecinos de la ciudadela presenciaron el derrumbe de la primera casa. A partir de ese día, cada lunes hubo una familia menos en Siberia. El final de la , que desde hacía años parecía inevitable, llegó en 1998. A partir de ahí y hasta la actualidad, cada noche, los vigilantes de este pueblo fantasma escuchan susurros y ven siluetas humanas en la penumbra, especialmente a un anciano que porta un casco amarillo y que se ha convertido en la figura fantasmal más reconocida del lugar.
POR: Camilo Castillo