Los niveles de contaminación se han reducido notablemente a nivel global tras la pandemia.
Tras la aparición del virus SARS-Cov-2, más conocido como: Coronavirus, el mundo ha cambiado radicalmente, debido a las medidas de bioseguridad y aislamiento preventivo dictadas por los diferentes gobiernos, la sociedad se ha ido adaptando a ellas, desde el uso de mascarillas obligatorio hasta el tener que realizar todas sus actividades cotidianas desde casa.
Las diferentes medidas que se han tomado para prevenir la propagación del virus, han traído consigo caídas en el comercio y con ello desempleo y pobreza, ya que, la mayoría de empresas, fabricas, pymes, emprendimientos y mercados informales, tuvieron que suspender actividades, claramente viéndose más afectados quienes tenían estos establecimientos como única entrada económica para vivir. Pero no solamente este tipo de comercio tuvo que pausar, en cuanto al entretenimiento, se aplazaron todo tipo de conciertos, festivales, obras y diferentes eventos que implicarán la reunión de cantidades significativas de personas.
Para la sociedad actual, el hecho de vivir una pandemia de esta manera, tan inesperada y con tanto impacto, es completamente nuevo, salir a la calle y que esté vacía, con la mayoría de establecimientos cerrados, tener que hacer fila a dos metros de distancia de cada persona para comprar productos de primera necesidad como la comida y productos de aseo, y las cifras de las cantidades de personas que mueren y se contagian diariamente, son aspectos que para la mayoría han sido completamente desalentadores e incluso perturbadores, llegando al punto del pánico y de profundo miedo por la grave situación.
Pero, la verdad es que el COVID 19 no ha sido del todo tan malo, ya que ha traído efectos bastante positivos para el medio ambiente que no se habían visto en mucho tiempo. Este virus, fue detectado en China, uno de los países a nivel mundial más contaminado y tras la llegada de la pandemia, la contaminación se redujo notablemente según las fotografías tomadas por satélite que dio a conocer la NASA, en donde se observa el cambio de las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2).
No solo en China, en muchas partes del mundo debido a que se redujo el consumo energético de las grandes industrias, así mismo han disminuido las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI) y de dióxido de carbono (CO2) debido al poco uso del transporte aéreo y terrestre, siendo estos dos unos de los principales factores de la contaminación en la atmósfera.
Los efectos de la pandemia también se han visto reflejados en las principales ciudades del mundo, en donde se ha evidenciado animales poco comunes caminando en las calles desoladas con toda libertad, en donde meses atrás, abundaban los humanos.
El aire se ve más limpio en algunos lugares del mundo, las playas están más limpias y el agua del mar más clara.
Aunque el coronavirus trajo consigo desgracias para el ser humano, en su mayoría económicas, se puede evidenciar que la verdadera amenaza para nuestro propio planeta somos nosotros mismos y la poca concientización que tenemos acerca de preservar y cuidar la tierra, poniendo por encima la sociedad capitalista en que vivimos y en donde, las cosas materiales y el dinero importan más que el único lugar que hasta el momento, es habitable para nuestra especie. La pandemia solamente fue un respiro para nuestro planeta, pero también un llamado a reflexionar acerca del cambio tan grande que podemos lograr si somos conscientes y responsables con el medio ambiente.
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Escrito por: Laura Suárez
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