La cotidianidad automatizada

Problemática y posible solución

Por: Macgerly Pulido Montalvo 

mpulidom2@ucentral.edu.co

Fotografía tomada de:www.esquire.com

Posiblemente han escuchado ya sea en el colegio, viendo videos, en clases de la universidad o incluso en conversaciones con amigos, que los viajes en el tiempo son imposibles porque desafían las dimensiones espacio-tiempo. Y en caso de que se realicen, tal como lo esperaba Stephen Hawking en 2009, es imperativo no alterar o intervenir en la continuidad de los hechos, ya que el futuro cambiaria drásticamente. Pero, ¿qué tan cierto es esto?


Supongamos que una empresa dedicada a la ciencia e investigación requiera personal para realizar viajes en el tiempo y analizar el comportamiento de las sociedades, es por esto que una persona del año 2023 es seleccionada y debe llevar un artefacto al año 1700. Probablemente decida ir con su celular y así tener registro de todo -dejando de lado el hecho de alterar la línea de tiempo-, la persona comparte con la sociedad el artefacto y les dice que es enviada del futuro.


En un comienzo los oyentes se muestran escépticos, ya que esta persona luce igual que ellos y sus expectativas del futuro son más elevadas, por lo que piden comprobar por medio de hechos qué viene del futuro. Es entonces cuando decide usar su teléfono, al inicio no comprenden de dónde surge esa tecnología y que la mayoría de herramientas que usan diariamente se encuentren condensadas en un instrumento de 1600×720 pulgadas. Todos se muestran incrédulos y comienzan a querer verlo, pero entre tanto manoseo y forcejeo se rompe el celular, nuevamente los oyentes le piden una prueba, pero la persona se frustra al no tener más evidencias que comprueben su viaje y piensa en construir desde cero un celular, pero por más que lo intenta no puede, ¿por qué?


La persona confiada de su prueba infalible ha olvidado que por la época el celular no funciona de la misma manera y en el momento que piensa en construirlo, se da cuenta de su incompetencia para recrear el objeto, pero pasaría lo mismo si hubiera llevado un tenedor, una computadora, un lápiz o prenda de vestir. Ya que de tanto estar sumido en el consumismo para satisfacer una necesidad tal vez creada, se ignora por completo el hecho de saber cómo fueron creados estos objetos, qué materiales son empleados en el proceso y cuánto tiempo de vida útil tendrá.
Antes con la Revolución Industrial (1760-1840) y ahora con el auge de la era digital y el desarrollo de la Inteligencia Artificial, son las máquinas quienes están reemplazando nuestras actividades con la excusa de hacernos la vida más fácil. Es por esto que Katie Headrick Taylor en un artículo de la BBC explica que, para aprender de manera más eficiente, la mente depende del movimiento del cuerpo, de trabajar con una variedad de herramientas, de estar en lugares dinámicos y de tener múltiples contactos con las personas (Taylor, 2021).


Pero, hoy en día se desconocen ciertos saberes manuales que permiten resolver las actividades cotidianas y se recurre a dispositivos electrónicos como única herramienta, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), Colombia es el segundo país donde los ciudadanos pasan más tiempo en el celular y en las redes sociales con un promedio de nueve horas, tiempo que está por encima del horario de una jornada laboral establecida (Gutiérrez, 2023). Claramente esto es un problema, ya que ese tiempo podría ser usado para obtener nuevos conocimientos y estar físicamente más activo, pero lleva como consecuencia al sedentarismo, enfermedades cardiovasculares, problemas de salud como aumento de colesterol en la sangre y presión arterial alta.


¿En dónde radica el problema? No es malo el uso que se le da a la tecnología, ya que estas están a disposición del hombre y en muchas ocasiones resuelven necesidades instantáneas, pero lo que se debate es el tiempo ejercido y poco aprendizaje que deja. Se prefiere pasar horas y horas viendo contenido poco útil –solo por el hecho de entretener la mente- que estar descubriendo por medio de nuestros sentidos el mundo que nos rodea.


Por eso la invitación de hoy tal como lo sugiere Platón (427 – 347 a.C) en su célebre libro La República y a través de su Alegoría de la Caverna, es a descubrir el mundo por nuestra cuenta usando las sensaciones, los sentidos, la razón, no tomar todo por verdad. Y del mismo modo, como lo planteó Immanuel Kant en el siglo XVIII “Sapere Aude” atrévete a pensar o ten valor de servirte de tu propio entendimiento para dejar de seguir masas. Desconectarse un poco de la tecnología, dejar de automatizar o normalizar los procesos y preguntarnos siempre de manera curiosa, así como cuando éramos niños ¿cómo se hace esto?, ¿para qué funciona?, ¿por qué es así y no de otro modo?
Si te digo que estas seleccionado para llevar un objeto y registrar el comportamiento de la sociedad en el año 1400 ¿qué objeto llevarías para probar que eres del futuro? y ¿estarías en la capacidad de recrearlo?

Referencias:


Gutiérrez, V. S. (09 de 04 de 2023). LaRepublica. Obtenido de Colombia y México, en donde pasar más tiempo en el celular genera menor productividad: https://www.larepublica.co/globoeconomia/colombia-y-mexico-pasan-mas-tiempo-en-el-celular-son-los-menos-productivos-de-la-ocde-3588170#:~:text=Seg%C3%BAn%20datos%20de%20la%20Organizaci%C3%B3n,de%20una%20jornada%20laboral%20establecida.


Taylor, K. H. (31 de 08 de 2021). BBC News Mundo. Obtenido de Por qué los escolares aprenden mejor cuando no tienen que estar quietos y sentados en sus escritorios: https://www.bbc.com/mundo/noticias-58384517

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Artículo producto de ejercicios académicos. No es oficial de la Universidad y las afirmaciones u opiniones emitidas a través de ellos no representan necesariamente a la Institución.

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