El nuevo mandatario de Colombia Gustavo Petro Urrego ha comenzado dando fuertes declaraciones y propuestas que para muchos son polémicas, pues este gobierno se propone revolcar de una manera poco común varias de las problemáticas del país. Entre estas polémicas tenemos el más grande que ha manchado la historia al país durante varias décadas, el narcotráfico y enlazado a este estigma, está la política de extradición de los narcotraficantes a los Estados Unidos.
Por: Valery Pérez Castiblanco.
No es la primera vez que este tema crucial genera polémica y debate, pues en la década de los 80 el cartel de Medellín encabezado por Pablo Escobar comenzó un movimiento que se alimentaba y fortalecía por medio de los atentados, secuestros, extorsiones y asesinatos, solicitando y exigiendo la no extradición a los Estados Unidos. Su argumento era que preferían ser juzgados por su país a ser extraditados, ya que esto significaba estar encerrados por décadas en las pequeñas cárceles de ese país y no tener garantía de regresar.
Siendo así, el pasado miércoles 24 de agosto cuando el presidente recibía la visita del Gobierno de España, el mandatario colombiano pronunció estas palabras: “Narcotraficante que negocie con el Estado colombiano, con beneficios jurídicos y se comprometa a dejar definitivamente el narcotráfico no se extradita a Estados Unidos”, y continuó advirtiendo: “Narcotraficante que no negocie con el Estado se va extraditado. Narcotraficante que negocie con el Estado y reincida se va extraditado sin ningún tipo de negociación en Estados Unidos”.
Ante esto, se han suscitado diferentes opiniones y perspectivas que llevan a la pregunta de si es conveniente negociar la extradición con narcotraficantes, aquellos causales de todo un conflicto armado que ha traído por años miles de muertos en Colombia. Así que procederemos a analizar profundamente qué aspectos negativos o positivos traería el desarrollo de esta propuesta.
Aspectos negativos
No es mentira que el sistema penitenciario en Colombia tiene graves falencias, comenzando tan solo por el hacinamiento en las cárceles, adicionalmente, la falta de garantías que estos narcotraficantes suspendan sus negocios ilícitos y que no sigan delinquiendo, estando ya encarcelados. De hecho, este mismo punto de discusión lo mencionó el ex General de la Policía Óscar Naranjo ante una entrevista para la revista Semana.
Y es que el debate de no reincidir y acabar en definitiva con el negocio del narcotráfico es un tema complejo, que no da garantías completas. Pues también es bien sabido, que en este negocio no solo participan los mismos narcotraficantes, sino que además ha salpicado a empresarios y políticos poderosos del país que han sido protegidos por sus mismos “socios”, tal como pasó con el caso de Alias ‘Otoniel’, el cual afirmaba tener una amplia lista de empresarios, políticos y hasta miembros de la Fuerza Pública implicados en relaciones con el Clan del Golfo. No obstante, antes de que muchas de las víctimas de este narcotraficante supieran la verdad escondida de su negocio, el gobierno del pasado presidente Iván Duque lo extraditó a los Estados Unidos.
Por otro lado, tenemos a la posible posición de aprobación o inconformidad por parte de los Estados Unidos. Según Rahul Gupta, director de la Oficina de Políticas Nacional de Control de Drogas (ONDCP) de la Casa Blanca mencionó: “La administración Biden está en una nueva era sobre la política de drogas que es holística, basada en la ciencia y es compasiva y está centrada en las personas”. A pesar de estas amables palabras, no significa necesariamente que Estados Unidos esté dispuesto a cooperar con la propuesta dada por Gustavo Petro, pues no hay que olvidar que el gobierno norteamericano ha presionado a Colombia de diferentes maneras con el fin de erradicar el cultivo ilícito, dado a que este país es el principal mercado y tiene serios problemas en su población con respecto a la adicción de sustancias psicoactivas.
Aspectos Positivos
Como lo mencionamos anteriormente, el tema de la verdad en Colombia es ampliamente desconocida, parte de la “Paz Total” que propone el actual mandatario, es implementar acuerdos para establecerlo como un mandato constitucional, pero para hacer esto realidad se tendrá que examinar profundamente el contexto de los causantes del conflicto en el país, para así mismo, poder prevenir y brindar seguridad a las comunidades afectadas con el asunto del narcotráfico.
Es por esto por lo que la propuesta de negociar así sea dando beneficios jurídicos a los narcotraficantes puede no estar tan desfasado, puesto que estos personajes contienen información valiosa para la verdad y reparación en el país.
Si ellos llegasen a negociar con el Gobierno, serán capaces de brindar información clave y con ello, destapar a políticos y empresarios que han tenido vínculos con grupos armados al margen de la ley y, por ende, sería una limpieza de personajes que tal vez estén actualmente en el Congreso de la República o manejando grandes empresas a costa del negocio ilícito.
Por último y aunque sea tal vez una realidad utópica, así como no hay garantías de que los narcotraficantes paren sus actividades ilícitas, tampoco hay garantías para negar que continúen, si esto llegase a pasar, se reduciría el nivel de violencia en el país y Colombia estaría en proceso de borrar su etiqueta marcada desde hace más 50 años.
Cabe resaltar que Gustavo Petro mencionó que había otros tres puntos de discusión frente a la política antidrogas con los Estados Unidos, pero no especificó cuáles eran. Así que quedará en espera el saber si la propuesta dada por el mandatario colombiano será decente o indecente para el aliado de Colombia frente al narcotráfico.