El amor no es más que una construcción, una construcción social, la construcción de un acuerdo social. Un concepto para definir una decisión: la decisión de soportar, tolerar, aguantar, perdonar, esperar; quedarse a pesar de, y ese a pesar de incluye todo lo que usted, lector, lectora, quiera agregar.
Por: Leonardo Sierra Hernández
Me gastaría todos los caracteres permitidos en esta columna para tratar de definir qué es amor, pero no creo que sea el más indicado para hacerlo. Eso se los dejo a los psicoterapeutas, psicoanalistas y a los filósofos. Yo apenas soy un lector que intento organizar las ideas desordenadas de mi cabeza en letras versadas que no riman.
Y hablando de letras versadas y de amor, hay una novela que se ha convertido en mi preferida. Como todas, es una novela de amor, de un amor juvenil, que perdura en los años, mas no conserva el hilo conductor repetitivo en las novelas de amor comunes.
Breve historia de un amor sin fin es la última novela del escritor, novelista, dramaturgo y director de teatro Miguel Torres, publicada en 2020. Ya he perdido la cuenta de las veces que he leído este libro, y le puedo jurar, a usted que aún sigue leyendo estas letras, que no me canso de leerla y recomendarla una y otra vez.
Hay algo de masoquismo en leer varias veces una historia, y es el hecho de saber qué va a pasar, cuál será el siguiente paso, la siguiente acción, la próxima escena en el relato. Sin embargo, hay algo muy particular en esta obra, y es que a pesar de haberla leído varias veces, no puedo dejar de sentir distintas sensaciones mezcladas de felicidad, asombro, tristeza, melancolía, ternura y a veces hasta dolor cada vez que la leo.
La capacidad que tiene el escritor para atrapar al lector en su escritura es fenomenal. Es un relato descriptivo y ambientado en tiempos, lugares y escenarios tan reales, que personas que vivimos y conocemos Bogotá y su centro histórico podemos adentrarnos e imaginarnos con facilidad cada escena de la historia, cual si fuera una película rodada en nuestra mente a medida que se avanza en cada párrafo. Mas sin embargo la descripción del autor es tan detallada que cualquiera que no conozca Bogotá, también puede armarse una película en su cabeza con esta linda composición.
Quizás todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos preguntado qué hubiera pasado si…
45 años separan el presente del protagonista, en que es contada la historia, de un recuerdo, el de un amor que fue, que vivió, que existió, que fue real, pero que se tuvo que separar por razones del destino o de la vida de los protagonistas. Dos jóvenes coinciden en la Bogotá convulsiva de finales de los años 50 del siglo XX. Aquella ciudad de los cines, los cafés, las tertulias interminables y los movimientos contraculturales.
Dina es bailarina de danza contemporánea y por sus orígenes judíos y la persecución Nazi termina en Colombia con su familia. El narrador, un joven actor que trabaja en una editorial, se enamora perdidamente de ella cuando la conoce en una academia de Ballet.
En medio de noches interminables, en el contexto de los movimientos culturales de aquellos años, esta es, sin duda, la más personal de las novelas del escritor y dramaturgo bogotano Miguel Torres.
Y es que, ¿quién no recuerda con temblor el primer enamoramiento? ¿Existe el pasado? ¿Qué inventamos cuando nadie puede darnos pistas de lo que nos ocurrió?
En tan solo 171 paginas, el autor logra contar a un ritmo vertiginoso las travesías y avatares de aquel amor juvenil que hace suspirar. Maravillosos y románticos encuentros pasionales son ambientados con boleros recitados y trascritos en las páginas de esta novela que parece tener vida propia. Hay que decir en este punto la magia que logra el autor al contar tantas cosas en tan pocas páginas, y de una forma tan sensorial que hace que la excitación y sensibilidad del lector lleguen a niveles impensables.
La pluma del autor es delicada, sensible, cuidadosa con cada prosa y cada verso. Es como leer poesía. Escenas de todo tipo se presentan en este relato: desde conversaciones agitadas, cotidianas y románticas hasta erotismo y veladas acompañadas de música, literatura, poesía, arte, danza y, por supuesto, amor.
Quien aborde esta historia querrá leerla y fantasear una y otra vez con sus letras. Es una historia que gusta, enamora y convence. Nunca se siente la sensación de aburrimiento ni cansancio al leerla. Al contrario, genera cierta curiosidad cada final de cada capítulo. Un capitulo hace querer pasar al siguiente. Está llena de giros inesperados.
En lo personal, esta historia se ha convertido en mi preferida, y yo que soy amante de la literatura y no me gusta discriminar autores ni géneros y he leído un sinfín de lindas y maravillosas novelas, le doy el primer lugar en mi corazón a esta Breve historia de un amor sin fin.