Dentro del Festival Gabo, el evento de periodismo más importante de Iberoamérica, se realizaron un conjunto de talleres, charlas y espacios de comunicación, donde se le daba importancia a su lema “el periodismo vive”, donde hubo un espacio dedicado a la comedia y el humor, realizado por el creador de la revista española “Mongoles” Darío Adanti. En dicha charla se dio a conocer el humor desde un punto de vista de cómo el periodismo y la comunicación limita el humor.
Por: Juan Sebastian Hernandez Herrán
La charla comenzó como un show de stand up, pero poco a poco se fue convirtiendo en una crítica acerca de cómo la sociedad y los medios satanizan el humor que se realiza, ya sea censurándolo o creando un ambiente negativo. Todo inicia con la premisa y el chiste de que en este mundo hay dos tipos de personas, los inteligentes y los idiotas, con el chiste de: “Los inteligentes están a un lado del lugar, y los idiotas están en el mismo lado porque no saben que son idiotas”, bajo esta premisa, todos quieren ser parte de los inteligentes, pero el factor de pertenecer a uno o a otro no depende de nosotros, sino de las situaciones en la que nos encontramos, de esta manera se da el paso al contexto, es decir que un chiste, depende del contexto en el que se encuentre.
Mientras se seguía desarrollando la charla, Darío Adanti comentaba que se habían creado unas premisas, en las cuales se tenía que mover el humor, para ser moralmente y políticamente correcto. Sin embargo, el relator iba descartando cada una de estas, con argumentos que dan validación al uso del humor en todos los momentos y escenarios, con esto, las premisas eran:
Premisa 1. “Se debe reír uno de uno mismo y no de los demás”
- Este argumento se invalida por el hecho de ser una utopía, es imposible solamente reírse uno de uno mismo, en el espacio individual, al ser seres sociables, el humor hace que sea un acto social donde los incluye a todos.
Premisa 2. “No se deben usar estereotipos”
- Todos los seres humanos hacemos parte de algún estereotipo, así que es imposible no usarlos, puesto que todos pertenecemos como seres sociales a alguna comunidad, rasgo, condición o elemento que nos hace ser diferentes.
Premisa 3. “Palabras Ofensivas”
- Las palabras realmente no son ofensivas, lo ofensivo son los hechos, las personas realmente deberían darle prioridad a los actos negativos que ocurren, y no a las palabras que giran alrededor de dichos actos.
Al final de la charla se nos da a entender que el humor es una forma de comunicación, que es inherente al ser humano, y que además el comunicar de esta manera no tiene límites, puesto que al momento de hablar de humor, se entra dentro de un espacio de ficción donde se busca satirizar y burlar actos y personas, dando a entender una inconformidad con lo que nos rodea.
Además de esto, también cabe resaltar que no hay en el mundo imbéciles e inteligentes, lo real en esto es que todos somos inteligentes e idiotas al tiempo, todo dependiendo del contexto y espacio que nos encontremos, y así como conclusión el relator de la charla nos deja una pregunta la cual es ¿ofenderse tiene límites?, y esto nace de que el problema no es el humor que se dice, sino de quien lo cuenta y en qué contexto esas palabras son dichas.
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