Por: Jorge Andrés Pedroza Camacho. jpedrozac1@ucentral.edu.co
Voces en Juego – Episodio 2
El “Viejo Jose”
José Vicente Toro Seijas es uno de esos compañeros que seguramente en el colegio se sentaba en los puestos de atrás, que recochaba con medio salón, se la pasaba de pie sacando canas a la profesora, pero que al final de la jornada siempre tenía su trabajo hecho y obtenía las mejores notas. Es una persona que a sus 25 años se encargó de construir un futuro con sus propias manos, es la muestra viviente de que si trabajas en lo que amas, no trabajarás un día de tu vida.
Nació en Venezuela, país caribeño al que le heredó ese sabor al hablar con palabras incompletas y un gusto culposo por la salsa, el papá de José siempre soñó con que fuera un beisbolista, lo metió a escuelas de barrio donde el pequeño mostraba talento pero en sus palabras “No era lo mío”, estudiaba todas las mañanas y en las tardes salía a disfrutar con sus “panas” en las canchas de un país que estaba pasando por una crisis que con el tiempo agudizó.

Logo de Voces en Juego
En aquellos parques donde las canchas era multipropósito y se rodeaban de escalones grandes para que se sentara la mayor cantidad de gente posible, ese “Chamito” se enamoró del baloncesto, uno de sus incentivos más grandes para comenzar a practicarlo era el no poder jugar con los grandes porque simplemente era muy malo. Pasaron los años y a José no le gustaba quedarse con ninguna, se puso a entrenar con un balón que estaba arrumado en el fondo de los chécheres de su casa, le dijo a su abuelo y su padre que su sueño era ser un basquetbolista profesional, ellos que le compraban cada ilusión que tenía, se encargaron de armar su propia canasta en la casa, allí se la pasaba días y noches enteras practicando, esperando el dia que los grandes le dieran la oportunidad de demostrar sus habilidades driblando el balón.
Sin pensarlo, esas burlas le aseguraron a José un futuro, porque todo ese esfuerzo en casa para impresionar a los del barrio se convirtió en su profesión, al salir del colegio no sabia que hacer con su vida, todo a su alrededor se desmoronaba y los muchachos que lo molestaban ya no estaban porque se habían ocupado intentando salvar lo que quedaba del país, una época dura donde el salir de su hogar se había convertido en la única opción para ser alguien en la vida.

Montaje fotografico de José Toro
La mudanza
Sus padres lo motivaron a buscar nuevos rumbos y con un gran dolor en el alma, José partió hacia Colombia en búsqueda de una Visa que le diera el paso a Estados Unidos con algunos familiares que ya se habían establecido, duró una semana en Bogotá y entre citas, entrevistas y papeleo, su visa fue rechazada, su sueño de pisar tierras americanas de manera legal se vería truncado. Esa semana fue suficiente para que José se enamorara de “La Nevera” y entre chiste y chanza con otros compañeros que jugaban baloncesto comenzó a preguntar por la mejor universidad en esta disciplina.
La Universidad Central siempre ha figurado como una de las mejores en este deporte, siempre mostrando una competitividad alta en los torneos entre universidades que la han hecho destacar en el país, en Bogotá se caracteriza por su rivalidad con la universidad Javeriana, ese partido es el que saca el campeón de la temporada. Fue por ese espíritu guerrero que José pudo definir una institución y no tendría más alternativa que buscar la manera de poder ingresar a ella.

Fotografía tomada por Sarai Angarita Parra
Nuevos rumbos, más sacrificio
La tía que estaba del lado de los “Gringos” lo postuló a una beca internacional, José fue uno de los seleccionados y a la hora de escoger universidad no la pensó dos veces, la Central se había convertido en su nuevo hogar. Luego de pensarlo mucho decidió estudiar Ingeniería en Sistemas, pero le paso lo mismo que con el Béisbol, menos mal que le quedó de reflexión no llevarle la contraria a su corazón y teniendo 5 semestres encima decidió comenzar de cero y jugársela toda por la comunicación social, algo que realmente lo hace feliz.
En la actualidad José cursa séptimo semestre y su vida va más allá del deporte, el amor por su profesión y sus ganas de que el mundo conozca su personalidad lo ha llevado a incursionar en el streaming a través de la plataforma Kick y en TikTok, también encontró la forma de unir su amor por el baloncesto y la comunicación social, cada semana podemos leer sus artículos publicados en League Alerts donde habla de las superestrellas del deporte y la actualidad de la NBA.
Si disfrutó esta primera parte de la crónica, lo invitamos a seguir el recorrido completo, desde sus inicios en el deporte con una chanchas improvisada hasta su rol fundamental en la generación del equipo de baloncesto de la Universidad Central que después de muchos años volvió a ganar un ASCUN. Todo contado por él mismo, con ese estilo único que lo caracteriza, en el segundo episodio de Voces en Juego. Un relato de resiliencia que vale la pena escuchar de principio a fin.
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