Gran pantalla para las historias locales

Por Jose Escobar Romero

Jescobarr3@ucentral.edu.co

A las salas de cine de Colombia llegan dos nuevas cintas a la cartelera, producidas por realizadores colombianos, quienes nos llevan a conocer historias y escenarios muy cercanos y propios de la capital del país. Estas dos apuestas fueron incluidas en las programaciones de exhibición durante la última semana de mayo, y su expectativa es lograr mantenerse en proyección, gracias a la asistencia del público, durante todo el mes de junio.

Kintsugi

Esta película del director colombiano Jose Luis Arzuaga, narra la historia de un singular escritor que se instala en un tradicional barrio bogotano, desencadenando una serie de eventos que exploran la esencia de la juventud y la transformación. Amor, rivalidad, estilos de vida y cambios, son algunos de los ingredientes de esta historia que captura la realidad de una generación que enfrenta los desafíos de vivir en un mundo de constante cambio, donde la superficialidad parece ser lo más importante.

Inspirada en la técnica japonesa de reparación de cerámica, la película encuentra su nombre en la práctica de embellecer las cicatrices con oro, simbolizando así la belleza de la reparación y la transformación. Esta metáfora impregna la historia de los personajes, quienes encuentran fortaleza y belleza en sus propias imperfecciones. La grabación se llevó a cabo en cuatro etapas a lo largo de cinco años, capturando las calles de Bogotá en una época donde el verde era más prominente y la tecnología menos invasiva.

La película fue realizada bajo los auspicios de la ley 814 o Ley de Cine, con el apoyo de inversores que contribuyeron a su realización. Producida por SMYJ Entretenimiento, MsCrea y Studio Aymac y distribuida en Colombia por La Alucinante Fábrica, Kintsugi contó con el respaldo técnico de Adriana Bernal en la fotografía, Julia G. Ávila en la edición, Gonzalo Martínez en la dirección de producción y Maritza Daza en la gestión de producción. Asimismo, Juan Pablo Tamayo desempeñó el papel de productor en línea, mientras que Rod Ávila colaboró en la asistencia de guión. 

Inspirado en la filosofía oriental, José Arzuaga estrena Kintsugi a nivel nacional.  Fuente: Alexandra Duque Comunicaciones

La banda sonora de la película, a cargo de Daniel Esteban Suárez, presenta más de 16 pistas que abarcan géneros como el pop y el rock, inspiradas en la década de los ochenta. Con el lanzamiento de Kintsugi en las salas de cine de Colombia, el director José Luis Arzuaga busca “conectar con la audiencia nacional y explorar nuevos horizontes”, con la intención de presentar la película en festivales internacionales, tal como se lo contó a nuestros colegas del programa radial Noches de Película, en una entrevista que pueden escuchar aquí. 

Minotauro

Según la Ley 65 de 1993 del Código Penitenciario y Carcelario, cuando los reclusos cumplen una serie de requisitos —como haber mostrado buena conducta, estar en la fase de mediana seguridad y haber descontado una tercera parte de la pena impuesta— se les permite salir de la cárcel durante 72 horas, sin vigilancia, una vez cada mes. De acuerdo con el comportamiento de los convictos en estos permisos —que buscan su “resocialización”— el tiempo de condena puede reducirse a la mitad.

Este es el punto de partida de Minotauro, producida por Amaranta Fiquitiva Contreras y ópera prima del director Joaquín Uribe, quien sigue de cerca las periódicas salidas de la cárcel Modelo de Omar Bautista, en una búsqueda, bastante particular, de volver a “ser parte de la sociedad”.

El objetivo del largometraje no es investigar los antecedentes de Omar, y a propósito de esto, el director asegura que su interés es seguir de cerca la experiencia de un preso que vuelve a encontrarse con un mundo que ha dejado de ver hace mucho tiempo. Usando un particular sentido del humor, que surge de la necesidad de reconstruir sobre constantes obstáculos creados por las circunstancias adversas y por el propio Omar, la cinta explora abiertamente el concepto del quehacer cinematográfico.

 “Cuando entré al proyecto comenzó la pandemia, lo que interrumpió por completo los planes de hacer una película sobre un preso que podía salir de la cárcel cada mes”, ha declarado la productora Amaranta Fiquitiva, explicando que el confinamiento de Omar y la restricción de sus salidas no solamente trastocaron los planes de producción, en términos de logística, sino que también obligaron al equipo a abrirse a acontecimientos que no se esperaban. “Es muy importante hacer una planeación, pero lo más crucial es la flexibilidad para adaptarse a las circunstancias y saber aprovecharlas”, agrega la productora.

Omar Bautista es el protagonista de este documental / Fuente: Danta Cine

Director y antagonista

Minotauro, protagonizada tanto por Omar como por el mismo director, presenta un antagonismo clásico entre los dos personajes. Un director que quiere domesticar la realidad en pro de su película, y un personaje que se rehúsa, con irreverencia, a hacer con su libertad lo que el rebaño pretende, y es precisamente el concepto de libertad uno de los ejes principales de la cinta, tal como lo afirma la productora, a través del ejercicio de hacer la película se reafirma que la libertad como concepto es una ilusión, una especie de pacto de ficción.

En este sentido, la definición que tenían Joaquín y Omar sobre la libertad es muy distinta, por lo que están constantemente en pugna, ante esa libertad en la que “podemos tener deudas, estar amenazados, tener un mal trabajo, morir de hambre, pero asumiendo que podemos hacer lo que queremos”, que es lo que nutre la visión de Joaquín, con un tono irónico que se hace evidente en su película. 

Joaquín Uribe nos invita para asistir a las salas de cine a ver Minotauro
Fuente: Danta Cine

Minotauro se presenta como un documental autocrítico y excepcionalmente dotado de humor, que cuestiona el oficio del documentalista, quien tiene que negociar todo el tiempo con el caos y la indecisión en medio de una realidad que lo desborda, mientras que se aleja de la denuncia social tradicional y, por el contrario, busca poner en tela de juicio la percepción del cine documental y la posición moral del público.

El recorrido de exhibición de Minotauro comenzó con una función de preestreno en la cárcel Modelo de Bogotá, y a partir de la última semana de mayo tuvo su estreno nacional en la Cinemateca de Bogotá, para desde entonces exhibirse en salas de Bogotá, Medellín y Cali a lo largo del mes de junio.

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