Por Sebastián Arias Zuluaga
Entre el primero de enero de 2023 y el 24 de marzo de 2024, la Policía Nacional de Colombia incautó 37.998 especies víctimas de tráfico ilegal de animales silvestres; alrededor de 5.763 mamíferos, 23.418 reptiles, 9.829 aves y muchísimas especies más.
En el mundo entero esta actividad económica de orden ilícito es considerada como una de las tres más rentables; sin embargo eso no significa que sea positiva, por el contrario ha desencadenado varias repercusiones negativas en el ecosistema como la considerable disminución de población en muchas de las especies.
Además ha afectado negativamente en el incremento de las especies en peligro de extinción, ya que como nos menciona Sebastián Castellanos Ecologo de la Universidad Javeriana “ entre más escaso este, más costoso es y más lucrativo es venderlo”.
¿Qué es el tráfico ilegal de animales silvestres?
El tráfico ilegal de animales silvestres lo comprendemos como la captura, el transporte y el comercio de animales salvajes de manera no autorizada, este negocio puede incluir una amplia variedad de especies, encontramos desde mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces, entre muchos más.
Los animales son traficados con diferentes fines como la amplia demanda que hay como mascotas exóticas, además el uso de sus pieles para industrias como la moda, también rituales, textiles y en algunos casos por usos gastronómicos; además no solo se trafican animales vivos, también muertos o sus plumas, sus garras, su piel entre muchas más.
Como se mencionó anteriormente el tráfico ilegal de fauna silvestre es reconocido en el mundo por ser uno de los negocios irregulares más rentables, solamente por debajo de la venta de drogas ilícitas y el comercio de armas.
Afectación al Ecosistema
El único problema de esto no solamente es el desplazamiento forzoso a las especies de sus hábitat, sino también las afectaciones que llega a tener el ecosistema al perder a sus especies, ya que no solamente es que desaparezcan uno o dos animales, sino que son cantidades muy grandes.
Independientemente el afectado sólo fuera un animal, este puede dejar una hueco inmensa en el ecosistema, como nos menciona Castellanos “Cuando un individuo sale de su territorio deja un vacío, pues afecta a la cadena trófica, por ejemplo: un mono come frutas y dispersas semillas, si ese mono falta ya no se dispersaran esas semillas”.
“De igual forma, el mono también puede ser alimento de un jaguar o de un puma, si el mono ya no está, esos felinos ya no tendrán ese alimento disponible y lo mismo pasa con los huevos de iguana, pasa con los individuos que todavía no han nacido y sacarlos de sus ecosistemas disminuye la población”, continúa explicando Sebastián.
Afectaciones en los animales
Cabe resaltar que transportar animales de forma ilegal, puede ser muy riesgoso para las especies, ya que los delincuentes las esconden de formas inhumanas con el fin de no ser descubiertos; en tubos, en ropas, materiales de construcción, entre otras.
Y no solamente a nivel físico, sino también a nivel psicológico, las especies se terminan volviendo dependientes al humano, además de perder la capacidad de sobrevivir por sí solas en lo que era su hábitat natural; además llegan mal alimentados ya que las personas que los trafican, usualmente no los alimentan con lo que deberían comer.
Por ella la mayoría de las especies, una vez son incautadas por las autoridades o salvadas por la comunidad, se encuentran en un estado de vulnerabilidad por todo el daño causado; así que muchas de estas son entregadas a diferentes, entidades, zoológicos, fundaciones que se encargan de proteger y conservar a los animales víctimas de tráfico, por lo tanto es fundamental saber a donde se puede acudir en estos casos.
¿Qué pasa con los animales?
Son muchos los espacios que están adecuados para proteger a los animales, uno de esos se llama la Zoo Fundación Santa Cruz que se encarga de proteger específicamente a las especies que han sido víctimas de tráfico. Está ubicado en la vereda Quintas Colombia, más exactamente en el municipio de San Antonio de Tequendama.
Otro espacio que encontramos es URRAS (Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres), el cual se encuentra ubicado en la Universidad Nacional y es uno de los sitios más accesibles donde cualquier persona del común puede acudir.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Recuerde que el culpable no solamente es la persona quien lo traficó, sino también la persona que lo distribuye, el que lo compra, quien no denuncia; todos somos parte de esta problemática y todos podemos contribuir para salvar la vida de las especies y el ecosistema.
Porque recordemos que al igual que los seres humanos, los animales también sienten, por lo tanto, no es una razón válida seguir cazando, trasladando, usando, asesinando y despojando de su hábitat natural a estas especies.
Si en algún momento usted evidencia o sospecha sobre un caso de tráfico ilegal de fauna silvestres, puede comunicarse al siguiente correo electrónico fauna@ambientebogota.gov.co, además puede comunicarse a estas líneas telefónicas:
- Unidad móvil de Rescate de Fauna Silvestre: 317 4276828
- Oficina Salitre: 318 8277733, calle 22C # 68F – 37, módulo 5, oficina 106, Terminal de Transportes de Bogotá.
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