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Los reyes de la champeta llegan a Bogotá

Por: Valentina García Casas y María Paula Durán

Las leyendas del folclor, llegaron a la capital para poner a bailar a los rolos al ritmo de la champeta. 

 

Mucho antes de que Shakira rompiera récords de streaming por bailar champeta en el super 

bowl, en San Basilio de Palenque ya existían las leyendas de la champeta. 

Para muchos, puede que este show de medio tiempo haya sido su único acercamiento a la champeta, pero debemos saber que hace rato los reyes de Palenque han consolidado el género como uno de los más importantes del país. 

Es por ello, que estos artistas pasaron por la capital para recordarnos cómo se baila y se goza al ritmo de la champeta. 

Charles King y Louis Towers originarios de Palenque, presentaron su más reciente concierto en el bar Latino Power, rodeados de bogotanos de diferentes edades acompañados de “biche” y mucha energía champetua. 

Con mucha expectativa, los asistentes al evento esperaban a que los grandes de la champeta ingresaran al escenario, y en compañía del Dj “Monosoniko” empezaban a moverse con turbantes de colores y ropa colorida. 

La música y la gente enloquecieron pasadas las 10 de la noche, cuando Charles King y Louis Towers salieron al escenario cantando “El Ñeke”, y es que aunque para nuestra cultura citadina pueda ser un simple concierto, para la historia de palenque la champeta es instrumento fundamental para recordar su lucha.

“La champeta es la música de la revolución. Para nosotros es la manera de viajar a nuestro lugar (…) Nos trae recuerdos de la infancia y el estilo de vida, mucha nostalgia” relata Charles King, quien resalta cómo este género musical va más allá de su sonidos y bailes y nos relata toda una historia de conquista y fortaleza de los pueblos raizales de nuestro país. 

Inesperadamente, a la mitad de la canción “las mellizas” uno de los equipos de sonido fallo dejando un poco desconcertados a los cantantes; sin embargo, la conexión con el público era tal, que la situación permitió que todos cantaran acapella el resto del tema y después de unos cuantos comentarios cómicos de Louis Towers el problema se solucionó. 

El concierto se alargó más de lo planificado gracias a el buen ambiente y las peticiones del público, se repartía ron y biche y todos bailaban solos o en pareja al ritmo del sonido de Palenque. 

“Para mi la champeta es Colombia, y es resistencia de la afrocolombianidad” dice Salomé Ortiz asistente al evento, quien aunque nació en Bogotá lleva en su corazón la esencia champetua del sabor y no se pierde ningún show. 

Con los reyes de la champeta abajo del escenario y sacando a bailar al público finalizó el concierto, y aunque afuera se escuchaba el típico aguacero capitalino, adentro, se sentía el calor de San Basilio, el espíritu del arte y la cultura hecha revolución. 

Ya lo dijo King en el portal Semana Rural, “Hay canciones que a simple vista no parecieran tener mucho significado, pero en el fondo narran muchas cosas que me marcaron. Tienen un mensaje social”

En conclusión, lo que parecería ser un simple concierto más en un bar de la capital, nos muestra, que la música colombiana viene acompañada de historia, resistencia e identidad.

 

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