Por: Paula Fernanda Pinzón Rivera – Daniel Felipe Hernández Vargas
Existen parejas que al momento de elegir un lugar para comer, es bastante complejo estar de acuerdo, principalmente porque la mujer es la más complicada en la decisión, ¡hay que aceptarlo chicas! como en nuestro caso, que somos una pareja que al momento de decidir cuál será el lugar donde almorzaremos, se arma discusión fija.
Yo (Daniel Hernández) soy el hombre más fresco para elegir dónde comer, excepto que no me gustan las verduras, pero yo (Paula Pinzón) sí soy exigente para escoger una opción, añadiendo que me alimento especialmente de verduras, aquí es donde comienza todo.
Como ese 5 de febrero del 2022, éramos esa pareja feliz por iniciar el sexto semestre en la Universidad Central de Bogotá, cabe aclarar que la felicidad era inmensa porque regresamos de unas intensas clases remotas debido a la pandemia de la COVID 19.
Siguiendo la historia, llegó la hora del almuerzo, preguntándonos ¿Dónde sería ideal ir a comer? solo imaginense los dos diciendo “Pues lo que quieras amor”, durante 30 minutos, lo sabemos, que cansones, pero por fin aparecio un lugar que nos arreglo el problema, el restaurante Doratto, ubicado en la cra 5 #17-66.
A sus afueras, rodeado por las calles grises del centro de Bogotá, se encuentra un gran menú que llama la atención de todos los que transitamos por la zona, donde encontramos platos a la carta o el famoso almuerzo casero del día. De entrada conocemos todas las opciones que tenemos para elegir pero sobre todo sus precios que ayudan a nuestro bolsillo.
Para que tengan una idea, al ingresar nos encontramos con un pasillo estrecho que poco a poco se transforma en un lugar amplio y bastante iluminado, con la capacidad de recibir una gran cantidad de clientes. Sientes un espacio limpio y acogedor, decorado con plantas sintéticas y pinturas de comida.
Te ofrecen un almuerzo casero el cual contiene: sopa, jugo y el plato fuerte que viene con su principio, proteína, acompañamiento y lo mejor de todo es que hay distintas opciones, si no estás interesando por algún alimento que presente el almuerzo, te dan otras elecciones para que puedas estar satisfecho y todo esto por $11.000 ¿Puedes creerlo?
Pero ya con un precio más elevado, no superior a los $25.000, podrás encontrar otras opciones como los almuerzos ejecutivos y los especiales. Es importante resaltar el tiempo de espera ya que el “caserito” llegará en contados minutos a tu mesa, los otros platos podrían tardar un poco más pero no será por mucho.
Las personas que atienden son amables y atentas, llegarán rápidamente a tu mesa con toda la disposición de brindarte el menú y de tomar tu pedido. En nuestra última visita tuvimos la oportunidad de conversar con Brenda Perez, dueña del restaurante, quien amablemente nos contó un poco de la historia del lugar y el proceso del mismo a través de los años.
Brenda al culminar su carrera de Comunicación Social y Periodismo inicia a trabajar durante aproximadamente un año, sin embargo, este trabajo no era de su agrado y es aquí donde decide iniciar el proyecto de su restaurante para el 2017. Brenda nos cuenta que su fuente de inspiración es su padre Nestor Perez, quien estuvo a cargo de varios restaurantes por 30 años.
Gracias al conocimiento previo impartido por sus padres, logró direccionar de manera rápida su negocio, sin embargo, no todo sería pan comido, ya que con la llegada de la pandemia su restaurante se vería expuesto a las dificultades del aislamiento, ocasionando el cierre momentáneo del local.
Gabriel Martinez, quien trabaja como cocinero del restaurante desde sus inicios y se ha mantenido en el barco a pesar de las tormentas, nos cuenta el apoyo que recibieron todos los empleados por parte de su jefe en la pandemia a pesar de no estar bien económicamente. Esto generó una fidelización entre jefe y empleado que se mantiene hasta el día de hoy.
También nos comentó sobre el proceso de selección de empleados, por ejemplo, en el caso de la cocina se requiere de un personal capacitado y con experiencia, pues son muy estrictos con la calidad de alimentos que le ofrecen a sus clientes. Aunque la familia Perez también se ha puesto los pantalones a la hora de capacitar a quienes lo necesitan.
Y no solo eso, según Martínez, varios de los meseros tienen un horario de medio tiempo el cual les permite disponibilidad para sus quehaceres personales o en el caso de algunos, cumplir con sus responsabilidades académicas.
Pero bueno, volvamos a lo importante, la comida. Hablamos con Nelson Bonilla, empleado de la procuraduría, quien durante los últimos meses ha elegido a Doratto como su establecimiento predeterminado a la hora de almorzar destacando la variedad y exquisitez de los platos, eligiendo este lugar como su favorito.
El señor Bonilla no ha dudado en recomendar el lugar a sus demás compañeros. Según él, este establecimiento es el lugar perfecto para aquellas personas con un espacio limitado para almorzar y que desean una buena calidad en cuanto a sabor y cantidad.
Ahora bajo nuestra crítica no tenemos mucho que decir frente a lo que ya se ha dicho, este “caserito”, es la solución a nuestras incógnitas a la hora de almorzar. En mi caso (Paula Pinzón) les recomiendo el arroz marino, que tiene una rica sazón y te brinda la sensación de sentirte como en casa.
Y en el mío (Daniel Hernández), les recomiendo la bondiola, soy un amante de la carne y este plato me fascina por la cantidad y el buen sabor del mismo. Tengan en cuenta que este plato se prepara en barril lo que le brinda un aroma y sazón de asado familiar.
Si tienes una pareja complicada a la hora de elegir un sitio donde comer, no lo pienses más, llevala a Doratto, y si no tienes pareja invita a alguien con quien puedas compartir la “calidad, cantidad y excelente precio” que maneja el restaurante tal como lo señala Brenda. Nosotros ya somos clientes fieles, allá nos vemos.
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