Jorge Andrés Pedroza Camacho
Una problemática que afecta al Fútbol Profesional Colombiano (FPC)
La liga Betplay Dimayor, considerada como la tercera mejor liga de Latinoamérica y undécima en el mundo según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS), pasa por un momento crítico respecto a la seguridad brindada a los aficionados durante el espectáculo, debido a la variedad de altercados en el semestre actual (2024-2).
El pasado 26 de septiembre el estadio Atanasio Girardot se convirtió en el epicentro de una batalla campal entre las hinchadas popularmente conocidas como “barras bravas” de Atlético Nacional y Junior de Barranquilla, durante el partido de estos equipos por la fecha 10 del segundo semestre del torneo local. Transcurría el minuto 55 del encuentro cuando el segundo gol de los “Paisas” desató un altercado en las tribunas, hecho que dejó cerca de 25 heridos y la suspensión del encuentro por falta de garantías.
Cabe destacar que no es el único partido suspendido este semestre, pues el dos de septiembre, el juego del Deportivo Cali ante el Deportivo Pasto se vio obligado a terminar sobre los minutos de adición luego de la invasión de cancha por parte de la hinchada de los “Caleños” a causa de la segunda anotación en su contra, lo cual los dejaba en una posición desfavorable en la tabla del descenso, acompañado de los malos resultados que viene teniendo el equipo desde hace varias temporadas.
Pasado oscuro
Estas situaciones no son nada nuevo en la cultura futbolera colombiana, ya que cada temporada nos hemos convertido en testigos de más actos de intolerancia en el FPC, no necesitamos ir muy lejos para recopilar actos vandálicos que han sentado precedentes en los distintos estadios del país.
2023 no fue la excepción respecto a este tipo de actos, pues en ambos semestres se sufrieron las consecuencias de la falta de garantías en los estadios, comenzando por lo sucedido en la ciudad de Ibagué en el estadio Manuel Murillo Toro donde, minutos antes de dar inicio al encuentro entre el Deportes Tolima y Millonarios, el árbitro Wilmar Roldán se vio obligado a suspender el partido; esto se debió a que un hincha de los “Pijaos” ingresó al terreno de juego y agredió por la espalda al jugador Daniel Cataño.
El segundo semestre de ese mismo año también tuvo una gran mancha en sus expedientes, ya que el encuentro entre Atlético Nacional e Independiente de Medellín se vio obligado a finalizar faltando 15 minutos para que terminara, ya que los hinchas del “Verdolaga” decidieron invadir el campo luego de estar abajo en el marcador por cinco goles, el encuentro se finalizó y la División Mayor del Fútbol Colombiano (DIMAYOR), entidad encargada de la organización, administración y reglamentación del FPC, decidió ratificar la victoria a favor del “Poderoso”
Sanciones ineficaces
Uno de los factores que más genera controversia luego de todos estos sucesos, son las sanciones tachadas como “ineficientes” por clubes, alcaldías y aficionados. En los últimos días se hizo pública la sanción que recibió Atlético Nacional por su inconveniente más reciente, a través de un comunicado la DIMAYOR notificó que los 3 puntos en disputa fueron otorgados al Junior de Barranquilla argumentando que los “paisas” se retiraron o abandonaron el encuentro, cuando realmente este término por la falta de garantías para brindar un evento seguro.
El experto en deportes y docente de la Escuela de Comunicación Estratégica y Publicidad (ECEP) de la Universidad Central, Juan Felipe Rengifo afirma que “Sienta un muy mal precedente en todo lo que tiene que ver con las decisiones de la comisión arbitral de la DIMAYOR, pienso que pueden obrar bajo su criterio jurídico, pero pues no tienen en cuenta unos atenuantes muy importantes que giran en torno al fútbol, digamos que con esa decisión que ellos tomaron absolutamente desacertada, pues le abrieron la puerta a situaciones muy fuertes de violencia, muy difíciles de controlar”
“Sus decisiones que no solucionan la problemática que se está presentando en el fútbol colombiano desde hace muchísimos años y que no tiene una solución en el corto o mediano plazo”
“Uno desea que este tipo de cosas no se repitan, pero por lo que se ha venido desarrollando y por lo que se ha venido gestionando en todo este tiempo pues son situaciones que obviamente se van a repetir y bueno el tema de la de la violencia en el fútbol colombiano parece un bucle sin fin gracias a la negligencia y la mala gestión de los dirigentes de la DIMAYOR y de la Federación Colombiana de Fútbol”
Un aspecto a resaltar de este tipo de situaciones es el protocolo que normalmente plantean los dirigentes del FPC, ya que se volvió recurrente que para estos casos simplemente se ejerzan sanciones económicas al club, a las tribunas y el cierre de fronteras entre ciudades, esto lo hacen con el fin de evitar que lleguen aficionados de equipos rivales a la ciudad del local; sin embargo, siguen siendo soluciones ineficaces y a medias frente a la situación social que se tiene que enfrentar.
Para encontrar un ejemplo de la buena aplicación de las garantías que se deben prestar en este tipo de eventos, debemos dirigir nuestra atención a Europa, donde el Real Madrid, harto de pasar situaciones similares acudió a una herramienta de individualización de hinchas mediante el uso de tecnología biométrica y carnetización, algo que dejó resultados positivos, ya que lograron “desterrar” a un sector de aficionados que promovía el odio en todas las plazas donde jugaba el equipo.
¿Para cuándo en el FPC?
En 2017 la DIMAYOR inició con un proceso de carnetización a los fanáticos de las cuatro plazas más visitadas del país (Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla) con los hinchas de los equipos que ejercían como locales en los respectivos estadios de estas ciudades. El proceso consistía en el “enrolamiento” de los hinchas a una base de datos que sería manejada por cada estadio.
En la plataforma tendrían que estar registrados datos como la cédula de ciudadanía, número telefónico y equipo al que pertenecían, además, su porte era obligatorio para ingresar a las tribunas populares y su costo era aproximadamente de 14.000 pesos, valor que solo debía ser pagado una vez.
Este carnet iba a ser una herramienta provisional mientras los equipos adaptan sus infraestructuras para implementar el reconocimiento biométrico a la entrada de cada escenario deportivo, pues se contaba con el respaldo del gobierno nacional, que sería el encargado de brindar esta información.
Después de siete años del inicio de este proceso, no se han visto los frutos ni se ha implementado el uso obligatorio del carnet por parte de ningún club; respecto a este tema, en 2023, el programa radial 6AM entrevistó al presidente de la DIMAYOR Fernando Jaramillo, que aseguró que el proyecto seguía en marcha y que faltaba muy poco para comenzar a ejecutarse.
Este año cambió completamente la versión de sus declaraciones y aseguró que los 2.000 millones de pesos están en una entidad bancaria, también mencionó una posible devolución del dinero a todos los aficionados que se encuentren registrados en la base de datos. Con esto se da a entender que el proceso de carnetización no va más y lo único que se hizo fue generar una pérdida de tiempo en el cual se pudieron implementar nuevas iniciativas que hubieran ahorrado a la comunidad futbolera desmanes como los sucedidos este semestre.
¿Quién paga los platos rotos?
Respecto a las repercusiones sufridas por los clubes e hinchadas, decidimos preguntarle al periodista de Pasión Albiazul, Diego Chávez, cuáles considera que son las peores consecuencias de la falta de garantías en los estadios del país:
“Sin duda alguna, las peores consecuencias las asumimos los hinchas y quienes disfrutan del fútbol”
“La inseguridad, la violencia y la falta de garantías en los estadios solo provocan que la gente se aleje del espectáculo y de las emociones que este hermoso deporte nos genera”
“Al final, los dirigentes actúan como pueden, pensando en el bolsillo y no en quienes les dan todo… Ellos nunca han ido a una tribuna familiar ni a una popular; en un palco no entenderán lo que la mala gestión relacionada con la falta de garantías provoca para quienes realmente sentimos esto”.
Luego de las declaraciones de Chávez, es fundamental que todos los espectadores y fanáticos del FPC entendamos que está en nuestras manos contar con un ambiente seguro a la hora de asistir a alentar al equipo que amas.
Hacemos un llamado a la responsabilidad y el buen comportamiento en todas las plazas donde se lleva a cabo este hermoso espectáculo, porque los colores no pueden seguir siendo un factor de tragedias; a todos nos esperan en casa. ¡Hagamos del fútbol nuestro lugar seguro!
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Artículo producto de ejercicios académicos. No es oficial de la Universidad y las afirmaciones u opiniones emitidas a través de ellos no representan necesariamente a la Institución.