En el cuento “Silla”, José Saramago, el entrañable amigo –sí, sigue siendo mi amigo– relata la paciente labor que de generación en generación realiza el Anobium, que desde un árbol canadiense empieza a carcomer la madera con la que han de fabricar un cómodo asiento en el que posará sus nalgas un dictador portugués. Ese …