La política: una vida admirable y romántica

Por Carlos Andrés Pérez Sánchez 

cperezs4@ucentral.edu.co

“El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene, y de explicar después por qué no ha ocurrido”. Winston Churchill.

Es en la edad de Piedra, exactamente en el periodo Neolítico, cuando aparece la política como forma de organización de Estado de manera jerárquica, que, en medio de diversas transformaciones, llega a la Antigua Grecia, donde por primera ocasión se escucha el término Polis, para referenciar a las ciudades-estado Autonómicas, que se conformaban por su propio gobierno e incluso, su propio ejército. 

Al día de hoy, existen diversas formas y maneras de concebir la política, pues hay varios sistemas y modos de gobierno: algunos países se gobiernan mediante una política monárquica, otros con una monarquía parlamentaria, otros con una política federal y descentralizada, y otros, como Colombia, con una política unitaria y centralista, y aunque estas son algunas de las tantas formas de gobierno, todas llevan a un solo lugar y a un único objetivo: el bienestar y el orden de las naciones. 

En la actualidad, la política enfrenta grandes desafíos, en todos los niveles sociales posibles, pero sin duda alguna, su gran reto es la recuperación de confianza y credibilidad, dados los actos de corrupción y de falta ética por parte de muchos gobernantes, pero, no todo son errores y defectos, la política es defendible, importante, y realmente, necesaria, tan, así como el mismo oxígeno. 

Sin la política el ser humano no habría logrado la transformación y el desarrollo que tiene actualmente, partiendo desde la primera carta magna, elaborada en Inglaterra en 1215, donde la sociedad pudo sostener el control de sus propiedades; atravesando por la revolución francesa, y la instauración de la primera República en la historia de la humanidad, y en estos siglos XX y XXI, la lucha de colectivos sociales, luchas escuchadas y promovidas por la política interna y exterior, como es el caso del voto femenino, la abolición de la esclavitud y la inclusión a la población LGBTIQ+. Estas grandes reformas a la vida y el desarrollo humano, no habrían sido posibles sin un parlamento, un presidente, un ministro, y un partido político, de no ser así, sostendríamos un ritmo de vida completamente diferente y por qué no, peligroso y equivocado. 

Aquellos que deciden dedicar su vida a la política saben que, en primer lugar, el sentimiento que los lleva a tomar esta decisión es el amor al país y a sus raíces, pues, es cuestión del amor, llevar a un país a una justa evolución y desarrollo económico y social. Estas personas también deben estar cubiertas de liderazgo y personalidad, no pueden ser aparecidas de un día a otro, son seres que a veces parecen robots, pues su disposición y actitud siempre será la de hablar, promover, liderar, proponer y ejecutar; también es de saberse que quienes se dedican a la política trabajan con la “lápida en la espalda”, pues la protección de la sociedad, la promoción de los intereses del pueblo, y la escucha activa a aquel grupo marginal y vulnerado, lleva a que otros se incomoden, y ataquen de formas mortales y arbitrarias. 

El ejercicio de la política es un verdadero sacrificio de vida, pues, no todo el mundo está dispuesto a salir a trabajar en medio de la madrugada, a posponer vacaciones familiares, a enfrentar debates en sesiones por más de 12 horas, y nada más ni menos que a tener el futuro de una nación en sus manos, y el temor de que cualquier paso en falso cree una tormenta y una crisis interna, en muchas ocasiones, casi imposible de llegar a resolver. 

Todos somos llamados para ejercer la política, pues por algo elegimos nuestros gobernantes y gozamos de derechos y deberes políticos, pero solo unos cuantos, por amor, esfuerzo y verdadera valentía, se arriesgan a convertirse en esos ejemplares y admirables seres políticos, que día a día, luchan, porque un pueblo los escuche, los apoye, se sienta a gusto con ellos, y se una a sus objetivos y estrategias, de formar un mejor país.

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Artículo producto de ejercicios académicos. No es oficial de la Universidad y las afirmaciones u opiniones emitidas a través de ellos no representan necesariamente a la Institución.

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