Así como el microscopio y el telescopio, extensiones poderosas del fenotipo humano, ampliaron nuestra visión y nos revelaron facetas desconocidas del Universo, internet se ha convertido en una extensión de la memoria personal y, con ello, en una herramienta del pensamiento y la inteligencia.
Reveladas por la inteligencia humana, debe entenderse. Y multitud de falsedades, también, y de basura (ese es su problema). Información rápida, pulpita, que no demanda esfuerzo, al alcance de todos los cerebros, superficial, pero suficiente para una vida intelectual interesante.
“Sin esa concatenación, la información de internet sería una masa informe de datos, desarticulados, farragosa y de poca utilidad. Sin poseer inteligencia de la humana, neuronal, de estado líquido, internet es capaz de simularla.”
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“La creatividad ha resultado hipertrofiada. Los resultados comienzan a ser asustadores.”
Con internet adquirimos el don de la ubicuidad: estamos en todas partes, como las divinidades.
En esta herramienta se pueden integrar equipos virtuales de trabajo multidisciplinarios, sin importar las distancias físicas, a veces residenciados en países antípodas, sin importar el reloj ni el calendario, porque internet no tiene horarios de trabajo ni festivos.
Fuente: El Espectador.com