Por: María Camila Muñoz
El Body Shaming o humillación corporal se basa en la emisión de comentarios negativos sobre la apariencia física del otro. Este concepto, que, aunque es más común de lo que parece, ha tomado fuerza gracias a la sobre exposición que diariamente hay en redes sociales, en donde la inmediatez de la información cumple su función y la interactividad que allí se genera puede en ocasiones ser negativa.
Son muchos los testimonios de personas que han sido víctimas de esta cultura en redes; dentro de la investigación tuve la oportunidad de analizar diferentes perspectivas y posiciones que el body shaming genera. Los invito a escuchar un podcast introductorio al tema.
Según la OMS el género se ha convertido en un factor que determina la salud mental y conforme a datos revelados por esta misma organización una de cada tres personas, mayormente mujeres, sufren diferentes trastornos psicológicos y alimenticios.
Adriana Ortiz Barraza es licenciada en Psicología en el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud Unidad Santo Tomás (IPN) y en Educación Física por Escuela Superior De Educación Física (CDMX) expresa que “A la mujer, nada más nacer, se le enseña bajo la idea de “ser para los otros”. Todo su esfuerzo y sacrificio no tienen el objetivo del bienestar propio, sino el ajeno. Tienes que estar bella para los demás. Tú debes ser bonita, debes gustar a los demás y tu opinión en tu cuerpo no importa. Cada época tiene un cuerpo ideológico de la mujer, un canon de belleza que va variando a lo largo de la historia. Si no lo cumples o por lo menos intentas alcanzarlo la sociedad te juzgará. Ahora estamos sufriendo el llamado body shaming, pero, por ejemplo, en la etapa de Sigmund Freud, en la cual no existía la libertad sexual, se decía que esas mujeres sufrían la histeria”
Dayana Duarte, Tatiana Rocha y María Alejandra Gómez son tres mujeres con algo en común… han sido víctimas de Body Shaming. En una entrevista realizada para la investigación se concluye que todas han vivido este tipo de comentarios denigrantes en redes sociales debido a su apariencia física; que aunque en algunas ocasiones han intentado hacer caso omiso, en otras han llegado incluso a requerir ayuda psicológica para lidiar con las críticas.
Dayana expresa que “Verse al espejo es un castigo” ya que la influencia ha sido tanta que ha deteriorado la idea a que la aceptación y el amor propio son el principio para evadir críticas negativas y aceptarnos tan cual somos. Por otro lado, Tatiana manifestó que es toda su vida este tipo de comentarios negativos ha estado presente debido a su altura y su contextura corporal más ancha en relaciones a las personas de su edad pero María Alejandra no se salva y expresa que aunque ser mamá es una de las cosas más maravillosas que ha vivido también ha sido una gran etapa de cambios y conocimientos y sin lugar a duda… Críticas sobre su cuerpo luego de dar a luz a su bebé lo que la llevo a sufrir de depresión postparto.
Y aunque están convencidas de que la forma de dejar atrás esta cultura es fomentando el respeto y evitando difundir este tipo de comentarios, aceptan también que lo que falta por lograr es mucho y que aún no se ha dado el primer “gran paso” para dejar de lado el Body shaming.
La invitación luego del desarrollo de esta investigación no es otra que respetar las diferencias, aceptando que cada cuerpo es diferente y cada persona es valiosa no por su apariencia si no por su esencia. Aunque los avances en cuanto a este tema no son muchos, ya se habla de nuevos movimientos como Body Positive o Body Neutraly que fortalezcan la autoestima de las personas y disminuyan la importancia de la crítica.