Por Sara Juliana Rivera Cely. sriverac2@ucentral.edu.co
Hoy en día, estamos insertos en un mundo digitalizado que, si bien nos brinda una sensación de mayor cercanía y evolución, de igual modo actúa como extensión que cambia constantemente nuestra forma de comunicarnos, relacionarnos y habitar los espacios de esparcimiento colectivo. Esta influencia digital afecta el espacio y el tiempo en el que nos desenvolvemos como seres humanos. No obstante, esta conectividad también se infiltra sutilmente en la vida emocional de las personas, impactando, más específicamente en la perspectiva del amor mismo y la manera en que se comportan en sus relaciones afectivas.
Una encuesta realizada en el 2022 por .CO Internet, en colaboración con el Centro Nacional de Consultoría (CNC) frente a Percepciones y Opiniones acerca de Internet en Colombia, señala que el 52% de los encuestados considera que las nuevas tecnologías han afectado negativamente sus relaciones de pareja. Dichos resultados, pueden ser reflejo de una de las consecuencias más visibles de la presencia digital: la idealización del amor. Esta construcción idealizada, distorsionada en muchas ocasiones, fomenta un concepto de conexión romántica ligada al arquetipo de “príncipe azul”, tan arraigado en la cultura popular.

Fotografía tomada por Lucas Lara Guerrero
La Comparación Constante a Través de las Redes Sociales
De esta manera, se involucra el hábito de la comparación, experimentando continuamente una confrontación con las vidas amorosas de las demás personas. Todo inicia de una forma tan sencilla como descubrir cualquier tipo de contenido en redes sociales, por ejemplo, Instagram, en donde nos encontramos con momentos que aparentan una felicidad perfecta, plasmados mediante fotos de viajes costosos, representaciones del “yo” ideal y elaboradas propuestas de matrimonio.
Así mismo, surge un problema mayor: el olvido total de que estamos inmersos en un sistema de “burbujas digitales”, donde lo que observamos no es ni la mitad de lo que constituye nuestra realidad. A raíz de esto, la jefa de la Unidad de Terapia de Pareja y Sexualidad en la Pontífice Universidad Católica, Gianella Poulsen, afirma que aquello que se publica en las plataformas digitales dista enormemente de lo que se vive, “Me toca estar tratando con personas, parejas, conociendo su mundo interno, sus conflictos reales, y me ha tocado ver lo que publican en las redes y la distancia es enorme”, comenta la experta.

Fotografía tomada por Lucas Lara Guerrero
Importancia de la autenticidad en las relaciones
Es fundamental, tener una claridad acerca de que el amor que se experimenta en la cotidianidad, o mejor dicho, la relación auténtica que toma lugar a partir de ella, no persigue una imagen impuesta por alguien o algo, por el contrario, nace mediante una construcción diaria y respetuosa, que se plantea bajo los hábitos, las experiencias compartidas y el compromiso mutuo. Por ello, es esencial recuperar la autenticidad de las relaciones, desligándonos por completo de un imaginario tóxico, que incluso, puede resultar perjudicial para nuestra salud mental.
En conclusión, se mantiene la premisa de que somos nativos digitales que se desenvuelven en las nuevas tecnologías, permitiéndonos reconocer una clara influencia de las redes sociales en cuanto a la percepción del amor. Sin embargo, en consecuencia a eso, se plantea la importancia de adquirir un papel activo como jueces de lo que consumimos, aprendiendo de las relaciones sanas sin que estas sobrepasen la línea de nuestra propia autonomía y la significación misma generada mediante el ser mutuamente con la existencia del otro.