“En Colombia, la pregunta es: ¿Quién nos va a matar? ¿Los guerrilleros, los paramilitares, los narcos o los políticos?”: Jaime Garzón.
Por Sofía Arias Castilla
Desde el Paro Nacional del año 2019, la plaza de eventos del parque metropolitano El Porvenir se ha convertido en escenario de encuentro y desarrollo de trabajo popular y comunitario de las organizaciones sociales que tienen presencia en la localidad de Bosa, siendo el arte y la cultura las principales herramientas para luchar contra la violencia policial y de grupos armados ilegales que han afectado el territorio en los últimos 30 años.
Tras el surgimiento del colectivo Distreestyle en 2019, y con mayor intensidad en los años 2021, 2022, 2023 y 2024, las personas que lo componen han sido víctimas de vulneraciones a su integridad, desde abuso de autoridad, criminalización y estigmatización de las actividades artísticas y trabajo comunitario, y amenazas por parte de uniformados pertenecientes al CAI Porvenir y de Grupos Armados que hacen presencia en el espacio.
Como resultado de la beca “Es Cultural Local 2022” ganada por los colectivos Distreestyle, Golpe de Barrio y en alianza con el Colectivo Arquitectura Expandida, se construye la plataforma multicultural “El Bicho” para mejorar el trabajo popular.
Con la instalación de la estructura, las instituciones de ámbito distrital IDARTES, IDRD y Alcaldía local de Bosa comenzaron una presión hacia el colectivo para que retirara el proyecto, a través de operativos policiales, por lo que por medio de una denuncia pública, se instauró una mesa de diálogo para buscar alternativas y gestionar los permisos necesarios para que “El Bicho” permanezca en el lugar, además de manifestar en reiteradas ocasiones los hechos de violencia de los que estaban siendo víctimas; sin embargo, no hubo respuesta alguna, a pesar de que se realizaron 13 mesas de diálogo.
Desde los primeros días de 2024, fueron objeto de amenazas por parte de un grupo delincuencial llamado “Los Paisas”, quienes se acercaron a varios miembros del colectivo a manifestarles que a partir de ese momento ellos controlaban el espacio de la plaza de eventos y días después fue asesinado un joven durante un tiroteo en la misma plaza, mientras que otro resultó gravemente herido.
El jueves 15 de agosto, después de un día de trabajo en la huerta comunitaria ubicada en el Parque Metropolitano que había instalado el movimiento, fueron víctimas de sicariato Camilo Sánchez, también conocido como Mc Cub, y Camila Ospitia al frente de la Universidad Distrital sede Porvenir, por sicarios aún sin reconocer, y lamentablemente, fallecieron en el Hospital de Bosa.
Un día después, el viernes 16 de agosto, se realizó un velatón en memoria de los dos miembros, que eran activos del movimiento; sin embargo, los encargados del movimiento fueron acechados vía telefónica con amenazas contra sus vidas.
Ante este hecho, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, no se ha pronunciado de ninguna manera, mientras que por otro lado, Germán Gómez, teniente coronel de la Policía Metropolitana, dice que van a investigar y que ahora sí harán justicia.
Ante esto, el Instituto Distrital de las Artes, IDARTES, se pronunció diciendo: “A través de este comunicado, queremos honrar su memoria y reafirmar nuestro compromiso con el respeto a la vida y la promoción de espacios culturales seguros. Camilo Sánchez y Camilia Ospitia nos enseñaron que el hip hop es más que música; es una herramienta de paz, una voz de justicia. Hoy honramos su memoria, rechazamos la violencia y defendemos la vida. La cultura que defendieron estos dos líderes comunitarios seguirá siendo un grito de resistencia y amor por el hip hop que nos une y nos hermana”.
Este lamentable hecho deja ver que la juventud de la ciudad o del país está desprotegida, vive en constante peligro de grupos delincuenciales y de abuso de autoridad por parte de los que suponen ser las personas que garantizan la seguridad, pero vemos que no es así, en muchos casos son cómplices o autores de estos hechos de vergüenza.
Como lo fue también el 19 de agosto del 2011, cuando un joven llamado Diego Felipe Becerra fue asesinado por un policía, a sangre fría, mientras pintaba un grafiti en el puente de la carrera 116 con avenida Boyacá, o hace un mes, el 18 de julio del 2024, un joven grafitero fue abaleado en el barrio de las Huertas en Ciudad Bolívar por estar pintando un grafiti. Otra vez nadie vio nada, nadie dijo nada.
Esto sin dejar de lado a los y las jóvenes que fueron afectadas física y psicológicamente en el Estallido Social.
En la ciudad de Bogotá, los y las jóvenes mueren todos los días, por su arte o por su descontento asociado a las injusticias que se viven todos los días; sin embargo, esto no puede ser un motivo para desfallecer en la lucha por una sociedad mejor.
“Hip hop es vida, hip hop es resolución de conflictos, hip hop es la rima que plasma la verdad en la ciudad, es el mural que embellece aquella esquina olvidada, es el sonido que alegra las cuadras, es el ritmo y la danza que alimenta el alma; el hip hop es vida, es transformación social, territorio de paz, no más violencia… aguante el rap, el barrio y la lucha”. Camilo Sánchez – Q.E.P.D.
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Artículo producto de ejercicios académicos. No es oficial de la Universidad y las afirmaciones u opiniones emitidas a través de ellos no representan necesariamente a la Institución.