El pasado viernes 16 de septiembre, el periodista Daniel Coronell reveló que la universidad Sergio Arboleda había sido inhabilitada por el Ministerio de Educación para presentarse como una institución de alta calidad, renovación que tienen que hacer periódicamente las diferentes IES (institución de educación superior) del país por irregularidades financieras y administrativas relacionadas con el rector Rodrigo Noguera.
Por: Esteban Jurado Pedraza (ejuradop@ucentral.edu.co)
Si bien la universidad puede seguir funcionando, la acreditación de alta calidad influye en precios de matrículas, beneficios estatales, préstamos del ICETEX, acceso a postgrados en el marco nacional y extranjero, y en general afecta la imagen y reputación académica de la institución. Estos beneficios se arriesgan por malos manejos y politiquería del Alma Mater del expresidente Iván Duque.
La universidad Sergio Arboleda tuvo cierta ‘luna de miel’ con el establecimiento político dada la llegada a la presidencia de uno de sus egresados. Además, con la elección de Francisco Barbosa -amigo personal de Duque- como Fiscal General, la universidad entró a las esferas más altas del poder y la justicia en Colombia. Sin embargo, se desviaron recursos y el Fiscal se estaba beneficiando económicamente, a pesar de que una fundación universitaria -la razón social de la universidad Sergio Arboleda- es de carácter sin ánimo de lucro.
La politización de la universidad fue tal, que Barbosa recibía sueldo como docente sin dar clases. Durante ese tiempo, ‘La Sergio’ tuvo posiciones a favor del gobierno de turno. Sus principios conservadores e inclinación hacia la derecha política hicieron de la universidad una fuente inagotable para manejarla a conveniencia del gobierno de Iván Duque. Incluso La W había sacado a la luz investigaciones sobre esos malos manejos, aun así, el Ministerio de María Victoria ángulo hizo caso omiso.
Ahora que el Ministerio de Alejandro Gaviria le puso la lupa y tomó medidas, es la muestra de que la universidad estaba captada por la politiquería. Una afrenta a los estudiantes endeudados y cursando su pregrado; a Barbosa y Noguera no les importó en lo mínimo las consecuencias sobre la comunidad educativa de la Universidad Sergio Arboleda.
Aunque el Ministerio dictó medidas para que la universidad pueda volver a conseguir la acreditación, el daño a su reputación ya está hecho. Y es que hasta la periodista Darcy Quín tuvo un escándalo porque, siendo egresada de la Sergio Arboleda, no se encuentra rastro alguno de su tesis de grado. Una cuestión que genera muchas dudas sobre la calidad académica de esa institución.
Este caso no puede repetirse en ninguna universidad de Colombia. Los campus universitarios deben ser espacios con sentido crítico y con el espíritu altruistas de aportar a la sociedad desde la academia. Una cosa es la tendencia ideológica de una institución educativa, y otra muy distinta que sirva como cuota política de un gobierno. Ojalá la Universidad Sergio Arboleda se pueda sanear y sus estudiantes puedan obtener un título académico de calidad.